A la hora de tener la báscula en frente, muchas personas se cuestionan qué factores influyen para que el peso de nuestro cuerpo se refleje exactamente en ese instrumento, sin alteración alguna.

La gran pregunta es si el comer o tomar agua afecta la medición del peso, y por ende, cuánto es el tiempo que debo esperar para obtener los resultados correctos. Sobre estas interrogantes se tejen muchos mitos y verdades que deseamos aclarar.

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Pero más allá de saber qué pasa antes de pesarnos, Ruben Meerman, autor del libro Grandes mitos sobre la grasa: Cuándo bajamos de peso, ¿adónde va? y Andrew Brown, profesor, director de Ciencias Biotecnológicas y Biomoleculares en la UNSW en Sidney, explican lo que sucede cuando las personas adelgazan y hacia dónde va la grasa que se pierde.

Lo que muchos no sabían es que esa grasa se descompone en dióxido de carbono y agua, y finalmente la mayor parte de lo que se pierde es a través de lo que exhalamos, mientras que mediante la orina y el sudor se va el agua. (I)

Una opción para controlar el peso corporal es a través de una báscula. De ahí muchas personas preguntan cuando deben pesarse después de comer.
Metabolizar 100 gramos de grasa consume 290 gramos de oxígeno y produce 280 gramos de dióxido de carbono y 110 gramos de agua. La comida que ingerimos no puede alterar estas cifras.
El dióxido de carbono lo exhalamos, por eso ejercitarse o estar activo permite que la grasa se oxide. Getty Images