Las bebidas gaseosas, a pesar de su popularidad y presencia constante en el mercado actual, representan una amenaza significativa para la salud.
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Estudios han demostrado que el consumo frecuente de estas bebidas puede tener efectos adversos en el organismo, incluyendo serios problemas en la salud cerebral, el descanso y aumentar el riesgo de diabetes.
Efecto de las gaseosas en el cerebro
El neurólogo Shaheen Lakhan, citado por ABC expresó su preocupación por el impacto casi irreversible que algunas bebidas populares pueden tener en el cerebro.
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El médico calificó las bebidas como “uno de los peores alimentos para el cerebro debido a la alta concentración de azúcares simples”, explicó.
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Lakhan señaló que estos azúcares pueden inflamar el cerebro, causando irritabilidad, cambios en el estado de ánimo y trastornos del sueño.
Advirtió que, a largo plazo, el daño a los vasos sanguíneos cerebrales puede llevar a condiciones más graves como demencias prematuras y accidentes cerebrovasculares, reseña el diario español antes citado.
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Además, el consumo excesivo de estas bebidas está vinculado con un aumento en el riesgo de desarrollar diabetes.
Lakhan alertó que incluso las bebidas gaseosas dietéticas o sin calorías pueden tener consecuencias adversas.
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“Incluso las versiones dietéticas o cero de los refrescos tienen efectos negativos, ya que los aditivos sin calorías estresan el cerebro y lo engañan para que consuma más calorías y desee azúcar real”, expresó.
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Consecuencias de tomar gaseosas todos los días
Pero no solo el cerebro está en riesgo. Más allá de la salud cerebral, el consumo habitual de bebidas azucaradas se asocia con una serie de afecciones graves y complicaciones.
Según Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, citados por National Geographic, existe una relación entre el consumo de estas bebidas y la obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, problemas renales, enfermedad hepática no alcohólica, caries dental y gota.
Además, investigaciones citadas por el medio ya mencionado indican que beber dos o más vasos diarios de refrescos artificialmente endulzados puede estar vinculado con un aumento en las muertes por enfermedades circulatorias.
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El consumo diario de bebidas azucaradas puede relacionarse con muertes por trastornos digestivos.
A pesar del incremento del 16% en el consumo de refrescos desde 1990, como señala ABC, es necesario que los consumidores estén informados sobre los riesgos asociados y consideren alternativas más saludables para la hidratación diaria y el disfrute de sus comidas. (I)
