El trastorno de identidad disociativo (TID), conocido popularmente como “Trastorno de personalidad múltiple”, es una afección mental que se caracteriza por un patrón continuo de estados de ánimo, autoimagen y comportamientos inestables.
Esta patología esta clasificada dentro de las enfermedad mentales. Según la PAHO y la OMS, en el Ecuador treinta de cada cien personas sufren algún problema de salud mental. Como cualquier otra enfermedad mental, esta le puede afectar a los niños.
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Las personas con el trastorno límite de la personalidad pueden tener cambios de estado de ánimo y mostrar incertidumbre sobre cómo se ven a sí mismos y su papel en el mundo. De acuerdo al estadounidense National Institute of Mental Health, “las personas con trastorno límite de la personalidad también tienden a ver las cosas de manera extrema”.
Para identificar si un niño puede tener doble personalidad considere lo siguiente:
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- Incapacidad de recordar la información personal clave, parece falta de memoria.
- Variaciones de memoria altamente diferenciadas que fluctúan con un desdoblamiento de la personalidad.
- Aparecen diferentes identidades que tienen la misma edad, sexo o raza.
- Cada identidad tiene sus propias posturas, gestos y manera de hablar.
- En ocasiones la identidad puede ser un animal o alguien imaginario.
Un niño con doble personalidad puede mostrar conductas que normalmente no haría o podría decir cosas que nada tienen que ver con su personalidad o forma de ser. El sitio especializado Guía Infantil presenta algunos síntomas.
Los síntomas
- Depresión y tendencias suicidas
- Cambios de humor
- Trastornos de sueño
- Ansiedad, fobias o ataques de pánico
- Compulsiones o rituales
- Conductas psicóticas como alucinaciones auditivas o visuales
- Trastornos de alimentación
- Dolor de cabeza, amnesia y pérdida de tiempo
- Trances o experiencias fuera del cuerpo
- Autoviolencia. (I)