A nivel mundial, los casos de trastornos alimentarios han aumentado considerablemente en los últimos años, siendo una de las principales causas el excesivo consumo de contenido proveniente de internet.

“Existe cada vez más evidencia que demuestra que ciertos tipos de uso de las redes sociales pueden incrementar el riesgo de desarrollar desórdenes alimenticios, especialmente para los jóvenes”, asegura la investigadora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Amanda Raffoul.

Las plataformas digitales tienen una influencia en las tendencias y dietas alimentarias que siguen los jóvenes vulnerables Foto: travelism

Tal como señaló Scripp News, Raffoul considera que el principal problema de estas plataformas son sus algoritmos, los cuales buscan ser controlados con una legislación.

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Esta nuevo proyecto de ley es impulsado por Harvard y el Hospital de Niños de Boston, a través de su “Iniciativa de Formación Estratégica para la Prevención de los Trastornos de la Conducta Alimentaria” (STRIPED por sus siglas en inglés).

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Redes sociales y los trastornos alimentarios

Las redes sociales también son difusoras de dietas que pueden afectar la alimentación de los usuarios Foto: Shutterstock

“Con los trastornos alimenticios, la genética, el estado de ánimo y la vida familiar prácticamente cargan el arma, y cosas como las redes sociales y la sociedad jalan del gatillo”, es como la investigadora de la Universidad de Colorado, Emily Hemendinger, define la relación entre los problemas de nutrición y estos medios.

Y es que la preocupación de los legisladores y Harvard es que estas plataformas de internet no tienen ninguna obligación legal para lanzar información que cumpla con las políticas de salud pública.

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Sumado a los algoritmos, un joven que reproduce un solo video sobre los desórdenes alimentarios vuelve a ver este tipo de contenidos de manera frecuente, pudiendo ser afectado.

¿Mejorar el sistema de salud o controlar las redes sociales?

En la anorexia la persona con el problema sufre una distorsión de la realidad, a pesar de estar delgada se considera obesa.

Amanda Raffoul asegura que algunos estados de Estados Unidos decidieron optimizar la atención que se brinda para estos trastornos. “Otros estados trabajan en mejorar los estándares médicos”, resaltó.

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Por su parte, la investigadora explicó en un artículo de Harvard que el equipo legal de STRIPED ve como potencial solución el realizar “evaluaciones o auditorías de lo que los algoritmos terminan mostrando a los jóvenes vulnerables”.

(E)

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