Desenvolverse en un entorno musical durante las etapas de la niñez y la adolescencia ayuda al cuerpo y a la mente a trabajar juntos y a aprender más. Pero también a relacionarse de mejor manera con los compañeros. En la escuela y el colegio, la música es más que un componente del espectáculo.

La educadora inicial Irene Ycaza explica por qué una adecuada educación musical es muy importante: “Los niños desarrollan y mejoran áreas como el lenguaje, la socialización y la atención. También está comprobado que ayuda en la memoria y retentiva en el área de lógica matemática”.

Una adecuada educación musical, establece Icaza, potencia el talento y una posible inclinación para seguir desarrollando las habilidades musicales a través del canto o un instrumento.

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Un momento de práctica en una de las orquestas estudiantiles del colegio República de Francia. Foto: Carlos Barros

¿Cómo es la experiencia de la educación escolar con componente musical en Guayaquil? El arquitecto Parsival Castro Pita, director del colegio República de Francia, habla sobre el caso de esta institución, donde el cambio de hora no lo anuncia el timbre, sino un fragmento de la Octava Sinfonía, de Schubert. Además de tener coro y orquestas infantiles y juveniles, este centro incorpora la música al recreo y a las clases de matemáticas.

“En primer lugar, la música les ha enseñado a escuchar, y eso es muy importante: el niño y el joven aprenden a escuchar a los demás y a sí mismos. Eso ha permitido mejorar la atención” e impulsar la creatividad, menciona.

Pero el colegio también ha elegido combinar la música con momentos de gran silencio. “Esto les ha otorgado mucha paz. Se unen la ciencia y la música o la ciencia y el arte. En la clase de Matemáticas, una vez que el profesorado ha dado una explicación, puede haber una pausa de tres minutos en silencio, para luego vocalizar o solfear la escala, y luego se retoma la clase; hacerlo genera un estado de tranquilidad, verdadera atención y una mejor captación del conocimiento”.

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La combinación de música, yoga y meditación es otra de las formas en que el colegio República de Francia complementa su currículo. Foto: Carlos Barros

Por eso, la música no puede ser vista por la escuela como un mero espectáculo, sino como una experiencia compartida. “En el colegio contamos con una orquesta de niños, una orquesta infantil de cuerdas, una orquesta de vientos, un coro de niños; y entre los jóvenes existe otra orquesta de cuerdas, un grupo de contrabajo y un coro juvenil”.

Estos grupos tienen una agenda de presentaciones públicas, y esto también tiene un propósito. “Ellos se sienten aceptados y estimulados por el público. La música llena parte de sus grandes intereses. Hemos sido tributarios de muchas orquestas; por ejemplo, algunos de nuestros exalumnos están en la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, en la Orquesta Filarmónica Municipal, y otros reciben cursos superiores en conservatorios en Europa”.

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La música también hace posible la comprensión mutua. “La agresividad se disminuye por varias razones; al estimular la parte derecha del cerebro con música buena, el ser humano comprende la vida y se vuelve más tranquilo y sereno. Podría decir que la sociedad va allá donde va la educación, y entonces nos preguntamos: ¿qué tipo de educación hemos tenido, que vivimos en una sociedad peligrosa?”, reflexiona Castro, quien invita a invertir energía y recursos en el arte en general.

Oportunidades para niños y jóvenes vulnerables en la Unidad de Proyectos Zumar

Bajo la dirección y asesoría de Guillermo Loedel, compositor, director de orquesta y productor argentino, quien reside en Ecuador desde hace varios años, la Unidad de Proyectos Zumar arrancó hace tres meses con la formación musical gratuita de 75 niños y jóvenes de sectores vulnerables de la ciudad con el objetivo de crear la primera orquesta infanto-juvenil de Guayaquil. Todo es parte del programa al que han denominado Acercarte.

El Centro Polifuncional Zumar se ha propuesto crear una orquesta infanto-juvenil con niños y jóvenes vulnerables. Foto: Polifuncional Zumar

Desde el pasado 3 de abril, los alumnos, que van de los 10 a los 17 años, reciben clases de piano como herramienta base, para que luego puedan dominar otros instrumentos de percusión, viento o cuerda, y así comenzar a cultivar una carrera profesional en la música si así lo desean. Las clases se realizan desde las 15:00 hasta las 17:00, dos veces por semana.

“Para elegirlos, realizamos una serie de audiciones en la que, más allá del talento, nos fijamos también en su entusiasmo, en quiénes aprovecharían estos cupos”, comenta Romina Zeballos, directora de la Unidad de Proyectos de Zumar. “Quisimos hacer una selección bastante profunda para que los chicos que tengamos inscritos realmente puedan vivir, en un futuro no muy lejano, del arte y de la música”.

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El proyecto musical de Zumar integra a niños y jóvenes de 10 a 17 años. Foto: Polifuncional Zumar

La institución municipal confía además en que el programa funciona como una intervención social positiva en la comunidad y en las familias de sus alumnos. “Tener esta orquesta nos da la oportunidad de que los chicos de esos sectores puedan ver otras realidades y de que tengan otro tipo de ocupaciones, pues, además de las horas de clase que reciben, tienen que ir a sus casas a practicar, les mandan tareas, y todo ese tiempo que ellos invierten en la música los aleja, por decirlo de una manera, de estar en las calles, de tener vicios; además de que siempre hacemos énfasis en la necesidad de esforzarse para convertirse en verdaderos profesionales de la música”, continúa Zeballos.

Cada alumno cuenta además con una ficha personal que es evaluada por los orientadores y psicólogos del centro para darle seguimiento a su entorno y apoyo emocional en el caso de ser necesario.

Un indicador positivo de la aceptación que ha tenido este proyecto entre los jóvenes es el alto nivel de asistencia a las clases. “Y cuando faltan, traen su justificación. Y esa también es una forma de enseñarles compromiso y disciplina, porque solo pueden tener un máximo de tres faltas, o se retiran del proyecto. Pero ellos están felices y emocionados”.

La orquesta tiene previsto realizar su primer concierto en diciembre de este año. (F)