¿Sabe usted cuáles son los seis errores que sin querer cometen los adultos y que ponen en riesgo a niñas, niños y adolescentes en los lugares que deberían estar más protegidos: la casa, la escuela, el consultorio, la iglesia? La respuesta puede encontrarla en la más reciente guía publicada en línea de forma gratuita por Ecuador Dice No Más, la organización que llega a su décimo año en su lucha por educar y prevenir sobre la violencia doméstica y el abuso sexual.
Fundada por Paola Andrade y Ricardo Vélez, en realidad tiene más tiempo operando. Este aniversario es el del lanzamiento de su primera campaña.
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En ese tiempo han vivido una transformación total de sí mismos y de la sociedad. Paola acaba de estar en el museo de diseño y arte Trienal de Milán, invitada por las Naciones Unidas a ser parte del Pabellón Realidades Paralelas como parte de la conversación global sobre arte, inequidad y futuro, como ganadora del premio SDG Action (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y como creadora del programa de educación preventiva Guardianes, que es reconocido como Modelo Global de Inclusión.
En ese espacio, Paola presentó el trabajo de EDNM, como las primeras herramientas en braille de Guardianes; también lo han hecho en lenguaje de señas y para discapacidad intelectual y síndrome de Down. “Lo maravilloso de esto es que desde cualquier país se pueden copiar y utilizar estas herramientas, porque son software de código abierto. Las han descargado ya de 44 países”.
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Al mismo tiempo, Paola, Ricardo y sus colaboradores experimentan por primera vez amenazas al ir a dar capacitación en escuelas y a grupos vulnerables, que es uno de sus fuertes. Así que han emprendido el viaje a las plataformas digitales, sin abandonar del todo la estrategia presencial. Su próxima masterclass, “Activa tu cerebro guardián”, será en Cinemamalecón (Malecón y Loja) el jueves 26 de junio a las 15:00.
“Ecuador es uno de los países más violentos contra la infancia”
En estos diez años, la organización ha alcanzado a 4,8 millones de niños, niñas y adolescentes con la campaña "Ahora que lo ves, di no más". “Llegamos a 12.000 escuelas públicas. Hemos capacitado a más de 550.000 adultos, no paramos de capacitar. Tuvimos la primera academia de supervivientes. Hay gente que ha cambiado su vida en todas partes del mundo. Todo lo que se logró fue a través de dos personas que fueron víctimas, que se convirtieron en sobrevivientes y que ahora son supervivientes”.
Pues algo que no toleran es que se los siga tratando como víctimas. Para ellos es importante que se entienda, porque está en el centro de su mensaje, que la vida no termina con el abuso. “¿Por qué me tienen que seguir poniendo como ‘la violada’?”. Paola cuestiona que en Ecuador siga ocurriendo esto, mientras que en el resto del mundo la ven como la creadora de un programa modelo.
“Ahora quiero los reconocimientos del Gobierno. No para mí. Quiero que la gente se vea reflejada en nosotros. Necesito que las víctimas, que son de 2 a 3 millones, el 70 % de las mujeres, en Ecuador, sepan que hay vida después de esto, que pueden hacer lo que se propongan, que son poderosas”.
Pausa para explicar estos conceptos. La víctima es la persona que no tiene ningún poder ni voz y está viviendo una situación de violencia. El sobreviviente es quien, aunque ya no está en esa situación, todavía no habla y todos los días vive una batalla. “Ese es el síndrome de estrés postraumático. Cualquier cosa te puede transportar a ese minuto, por el resto de tu vida”. Y el superviviente es alguien capaz de hablar de lo que sucedió y que conoce el poder que tienen sus palabras para cambiar la vida de otras personas.
Cerebro Guardián, cinco principios de protección contra el abuso sexual
Su última producción, que se exhibe en el museo milanés, es Cerebro Guardián, programa de educación preventiva. Paola ha querido simplificar la temática y contestar las preguntas frecuentes: ¿Por qué cuesta hablar tanto de esto, por qué la gente se paraliza cuando la abusan?
“Me puse a estudiar el cerebro y empecé con la neuroeducación, llegué a las estadísticas de lo que le hace el abuso al cerebro. Y entendí que es por la amígdala, el cerebro reptiliano y prehistórico que tenemos, que nos sirve para sobrevivir. Estabas cazando y no podías moverte mucho, te congelabas y no podías hablar. Por eso los hombres hablan menos que las mujeres”.
También quiso aprender sobre neuroplasticidad. “¿Se puede cambiar esto? ¿Cómo cambiar mi cerebro que siempre se paraliza? Las mujeres del Me Too, por ejemplo, se congelaban con Harvey Weinstein, porque no había una educación que las sacara de ahí. Cuando él las empezaba a tocar, se paralizaban, se callaban y se aislaban”.
Paola propone cambiar la manera en que se le habla al niño desde que nace. “A través del paradigma del cerebro guardián, que está en todos mis programas, te enseño a hablar con tu hijo, con los profesores, con la rectora, con otras madres y con organizaciones”.
Una mejor situación social y económica no protege a los niños. “El hermano de la princesa Diana de Gales (Carlos, conde de Spencer), que acaba de decir (en 2024) que fue abusado en un internado en Europa”. Spencer contó en entrevista con The Guardian que el suyo no fue un caso aislado. El colegio al que llegó a los 8 años tenía un sistema de violencia sistemática, sostenida por un rector pedófilo que podía ser encantador con los padres. Recién a los 60 años el aristócrata, tío de los príncipes Guillermo y Enrique, se decidió a hablar sobre su experiencia en el libro A Very Private School, y fue duramente criticado por gente de su círculo social.
“La polarización genera violencia”, explica Paola Andrade. Y para los niños de hoy, nativos digitales, la brecha es mayor. “Los padres son doblemente analfabetos. Siguen paralizados, sin hablar, desconectados”.
En la teoría de cambio de Cerebro Guardián hay cinco principios que Paola y Ricardo comparten:
- Cuestiona lo que crees. “Yo me voy a dar cuenta si alguien es abusador. En mi familia no. A los varones no les pasa” son algunas de las creencias que citan. “El 93 % de los casos de violencia vienen de personas cercanas, en lugares donde los niños deberían estar seguros”. Los agresores buscan trabajar con niños. Y no siempre van a amenazar o agredir de entrada. A menudo van a seducirlos. Son gente que rompe las reglas y esto puede fascinar a los niños: los dejan decir malas palabras, les dan golosinas. Les enseñan pornografía. Nueve de cada diez agresiones son sin violencia. Esperar a ver sangre es encontrar un abuso en etapa terminal.
- Cambia tu comportamiento. “Prepara a tu hijo de otra manera. Habla desde que es pequeño: ‘Al bebé no me lo beses en el cuello’. Educa. Muestra el video, lee el cuento, busca juegos”. Ecuador Dice No Más tiene todo tipo de materiales lúdicos para tratar el tema con los niños.
- Construye espacios seguros. “Tenemos una regla de tres. Nunca puede haber un niño con otro niño o con un adulto sin que haya un tercero. Tiene que haber cámaras y política de puertas abiertas”. Una de las transformaciones para los centros educativos son los ventanales y puertas de vidrio; muros bajos, rejas que permitan mirar en los espacios más frecuentados por los abusadores: los puntos ciegos, la bodega, el baño. No perder de vista a los niños ni siquiera en la casa ni cuando hay reuniones familiares.
- Capacita tus entornos siempre, empezando por los niños y niñas. El adulto que se forma con EDNM en un curso de seis semanas puede activar su cerebro guardián y ver el mundo de otra manera, para entonces educar a sus niños y a las personas que cuidan de ellos; esto no solo aplica al abuso sexual, sino a otras formas de violencia. “Vamos a hablar sobre qué hacer en las balaceras”.
- Comparte y escala. “Donde vaya a ir tu hijo, allí habla. ‘¿Puedo poner un club de madres en la escuela?’. El niño cuyo cerebro guardián está activado le va a decir a su compañerito: ‘No, eso no’.
Pero esto no es tomar un solo curso o darle al hijo una charla. Hay que hablarlo continuamente, al menos tres veces por semana. “Les repetimos a nuestros hijos casi hasta el día en que se casan: ‘¿Te lavaste los dientes?’. Es un tema de disciplina y repetición”. (F)