Lo primero que hace posible el abuso sexual a menores de edad es la mala información, “la gente tiene en la cabeza una serie de mitos, que hacen que la protección se reduzca a que los niños no pueden estar a solas con un adulto”, dice Paola Andrade, directora de la organización Ecuador Dice No Más. El hecho, según datos de Unicef, es que el 40% de las agresiones son cometidas por niños o adolescentes mayores a la víctima en edad o en poder.