Durante mucho tiempo, la marca ded vestimenta Abercrombie & Fitch estaba relacionado con una persona rico, guapo y blanco. Una marca con la suficiente clase pero no tan cara para que resultara inalcanzable. Lo que ocasionó que muchos jóvenes y adolescentes de todo el mundo querían vestir una camiseta con el logo de Abercrombie & Fitch.

En la actualidad, las cosas han cambiado, sobre todo tras el más reciente documental de Netflix. “Abercrombie decía que no era discriminación racial, solo que no éramos lo suficientemente guapos para trabajar allí”, fueron las palabras de una exempleada de la tienda, Carla Barrientos.

Publicidad

Netflix presenta un documental en el que cuenta detalladamente la política de la compañía, su explícito racismo y las múltiples acusaciones de abusos sexuales que pesan sobre el creador de la gran mayoría de campañas de la firma y el propio CEO, Mike Jeffries.

Además, se reveló que aquellos trabajadores hispanos, asiáticos y afroamericanos eran asignados a horarios poco concurridos o quedaran relegados a tareas secundarias.

Publicidad

A Abercrombie le interpusieron una demanda colectiva por dejar a las personas de color en la trastienda. Negó las acusaciones pero llegó a un acuerdo. Les ofreció una gran suma de inmediato, casi 50 millones de dólares y se comprometieron a crear el cargo de jefe de Divesidad para reinventar la marca desde la perspectiva de la diversidad y la inclusión.

Mike Jeffries, quien fungió como CEO, dimitió el 7 de diciembre de 2014. Al exCEO se le vigiló por su estrecha relación con Jeffrey Epstein , agresor sexual y magnate financiero caído en desgracia. De hecho hizo que Epstein pasara por descubridor de modelos de Victoria’s Secret, uno de los motivos por los que este pudo rodearse siempre de mujeres atractivas es que ellas creían que él podría darles ese empujón o hundirlos. (I)