Tengo 33 años y un hogar estable, pero no me siento feliz, me dan muchas ganas de llorar, he llegado a tal extremo hasta de retirar los espejos de mi casa, pues verme me causa susto. Soy madre a tiempo completo y la soledad me agobia. Mis amistades solo se acercan a contarme sus problemas pero jamás me preguntan cómo estoy. Me siento vacía, sin rumbo fijo, les pido me ayuden y me aconsejen, estoy así desde hace ya un año, pues me diagnosticaron diabetes. No duermo, y lo poco que puedo dormir es con pesadillas horribles, pues sueño que me mutilan, pues eso fue lo que me dijo la doctora que me atendió la primera vez, que a los diabéticos les mutilan los pies.

Soledad,

Quito

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Estimada señora, usted se encuentra enfrentando una enfermedad que afecta seriamente su metabolismo. La diabetes es una afección del páncreas que causa una seria deficiencia o la ausencia (en casos más severos) de la secreción de insulina, que dificulta seriamente su digestión y su salud en general, obligándola a la modificación de sus hábitos de vida.

Usted es una joven madre, su vida está muy ocupada con sus obligaciones y ahora debe manejar su salud de manera diferente de cómo lo había hecho antes. El asimilar dichos cambios drásticos en su estilo de vida, es percibido por usted como “cambios perturbadores e intimidantes”, de ahí que su estado de ánimo se encuentre tan afectado, pues la han enfrentado con cuestionamientos sobre la vida y la muerte para los cuales no estaba preparada, provocando en usted un incremento significativo de estrés que está afectando su salud mental.

Y es que a pesar de que hoy por hoy, la diabetes es una enfermedad bastante común dentro la población mundial, no deja de ser un trastorno importante en la forma de vida de un paciente y por ende, también es causa de un importante nivel de estrés, que afecta seriamente la salud mental de los pacientes que padecen esta afección.

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Es decir, la salud mental se ve directamente afectada por el diagnóstico de esta enfermedad, de la misma manera que se vería afectada por el diagnóstico o de cualquier otra enfermedad que es considerada como “crónica”, que significa que no tiene cura definitiva, solo tratamiento. El impacto del diagnóstico de una diabetes, enfrenta al paciente con sentimientos encontrados, dolorosos y confusos sobre su propia existencia, lo que a su vez es fuente de angustia y de trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, entre otros síntomas molestos.

Foto: Shutterstock

Los síntomas que usted describe, son síntomas depresivos, que se manifiestan de diversas maneras y pueden fluctuar desde leves y moderados hasta más graves, e incluyen síntomas como:

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  • Sentirse triste o vacío.
  • Perder el interés en actividades favoritas.
  • Comer demasiado o no querer comer para nada.
  • No poder dormir.
  • Dormir demasiado o de forma inestable, con pesadillas.
  • Tener dificultad para concentrarse o para tomar decisiones.
  • Sentirse muy cansado, desesperanzado, irritable, ansioso o culpable.
  • Tener dolores generales, dolores de cabeza, cólicos o problemas digestivos.
  • Pensar o tener ideas suicidas, de daño y/o de muerte.

Le sugiero realizar las siguientes acciones:

Es fundamental que busque un buen especialista que trate su diabetes, alguien que le informe de manera precisa cómo manejar su dolencia. También debe conversar con su médico especialista, no solo sus síntomas físicos, sino también sobre los psicológicos, para que la ayude y/o remita con un psicoterapeuta y así evitar el recrudecimiento de los síntomas psicológicos, evitando que se vuelvan más notorios y persistentes, que sería su caso, en comparación con las personas que no padecen de diabetes. De modo que obtenga una atención más integral, tanto para usted como a sus familiares, de ser el caso. Además de referencias sobre otras terapias o consejos (nutrición, ejercicios físicos, yoga y/o meditación, otros).

Todo aquello que contribuya a ayudarle tanto a conocer más sobre su afección, así como también sobre cómo manejarla y cuidarse adecuadamente, la ayudará a superar el impacto o la sensación de amenaza que experimenta sobre su salud. Orientándose hacia una vida más sana y productiva, sobrellevando la enfermedad, sin limitaciones importantes.

Dra. Glenda Pinto Guevara,

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psicóloga clínica, terapeuta cognitiva, máster TBE (Terapia Breve Estratégica)

Telfs.: 232-4066, 099-961-2322.