El pasado 4 de julio un mujer extranjera fue atacada por un tiburón mientras hacía esnórquel en las islas Galápagos. El animal marino le provocó una herida en la pierna. La mujer fue llevada en bote desde la zona del incidente hasta un muelle en el canal de Itabaca, que está a más de 30 minutos de Puerto Ayora. El pasado 5 de julio fue trasladada a Guayaquil para tratar sus heridas. Aunque las películas hayan planteado la imagen de tiburón asesino, estos incidentes no son tan comunes.

Hasta la fecha, no se sabe exactamente el origen del ataque en el archipiélago. En una entrevista con Andrés López para Radio City, la bióloga conservacionista y buzo Sofía Green reveló que existen algunos mitos con respecto a los tiburones y sus ataques.

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“Al tiburón no le interesa el ser humano, hay esa fama de que si entramos al agua nos van a atacar, hay que entender que ellos no quieren acecharnos”, detalla Green. Desde los 3 años, la experta se ha visto inmersa en el mundo del océano y ha estado junto a tiburones. “Al haberlos visto antes de conocer algunas películas y esas historias terribles de un tiburón asesino, nunca crecí con ese miedo”.

Qué puede incidir para que un tiburón ataque a una persona

Los tiburones se alimentan de animales como lobos marinos y tortugas marinas, no humanos. Según explica Green, estos incidentes son muy raros, pero pueden ocurrir por la ubicación, la hora y sobre todo una confusión por parte del animal. “Ellos distinguen que no sabemos (en relación al sabor) a su presa usual, el ataque no continúa con varias mordidas, si el tiburón hubiese querido comerse a la persona lo hubiese hecho”.

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Green explica que el tiburón es capaz de reconocernos. Sin embargo, elementos como la luz resplandeciente y la joyería pueden afectar al animal marino. Además, actividades como el surf o la natación pueden resultar negativas pues el tiburón no logra reconocer a la persona y la puede confundir con su presa.

No se debe nadar cerca del amanecer ni del anochecer porque es cuando el tiburón se pone más activo. Tampoco se debe nadar en aguas con poca visibilidad, en sectores de peces o loberías, incluso en zonas donde se limpia el pescado”. Agrega que los tiburones son susceptibles a la sangre y pueden olerla hasta 100 metros. Sin embargo, una gota no va a atraer al tiburón, como lo han planteado algunos filmes.

Aunque parezca algo ajeno, el cambio climático también podría tener relación con los ataques de los tiburones.

“Es algo desconocido, pero sí es verdad que con la sobrepesca cada vez hay menos de la presa que le interesa al tiburón. El fenómeno de El Niño hace que ciertos animales estén más débiles o que no se encuentren donde deben estar y esto hace que el tiburón busque alimento desesperadamente. Sin embargo, todavía no se ha comprobado si hay más ataques por este motivo”, concluye Green. (I)