Que la metodología de ADN ambiental es capaz de detectar al menos el doble de especies que las que descubren mecanismos convencionales de monitoreo es lo que se pudo determinar a través del proyecto Código Genético de Galápagos (Barcode), efectuado desde septiembre de 2020 hasta octubre de 2022.

La ejecución del proyecto generó 28 salidas de campo en la Reserva Marina de Galápagos, donde se recolectaron 1.896 muestras de ADN botánico, de agua, suelo y especies endémicas e invasivas. Y marinas como rayas. Además, se han secuenciado 466 ensayos, de acuerdo a Victoria Castro, coordinadora de Comunicación de la Universidad San Francisco de Quito y Galápagos Science Center (GSC); y, Karina Vivanco, community manager de las mismas entidades.

Este proyecto fue creado bajo la colaboración entre el GSC, la USFQ, la Universidad de Exeter del Reino Unido, la Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos (ABG) y el Galapagos Conservation Trust.

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Esto surgió de la necesidad de ampliar el conocimiento sobre las especies que componen la biodiversidad de las islas y es financiado por el Fondo de Investigación e Innovación y del Fondo Newton, ambos pertenecientes al Fondo de Investigación de Desafíos Globales del Gobierno del Reino Unido.

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Constó de varias etapas, incluyendo la selección de participantes, la capacitación, el equipamiento, la recolección de datos, el procesamiento de la información y el análisis de los resultados.

Entre los resultados preliminares del proyecto Barcode está que el microbioma del suelo de las islas Isabela, Santa Cruz y San Cristóbal son diferentes, así como a lo largo del gradiente altitudinal.

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“Se generaron perfiles de bacterias del suelo y agua de varios sitios y se compararon para determinar la diferencia de islas y perfiles de biodiversidad de peces y tiburones. Además se identificaron nuevas especies de hongos asociados a plantas endémicas. El proyecto está amplíandose a otras lineas de investigación”, dijo Jaime Chávez, uno de los voceros del proyecto.

Según Castro y Vivanco, para el proyecto se equiparon tres laboratorios en las tres islas: el GSC en la isla San Cristóbal, las instalaciones del ABG en la isla Santa Cruz y en el GAD Municipal en la isla Isabela.

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Cada laboratorio contó con tecnología de secuenciación para el análisis de códigos de barras genéticos y la recolección e investigación del ADN de las especies.

Se espera terminar el análisis de resultados hasta junio de este año. (I)