Antes de llevar al pez al veterinario: Cómo elegir la especie para su casa

Tener una mascota es una gran experiencia cuando antes de llevarla a casa nos tomamos el tiempo de considerar qué especie vivirá mejor con nuestra familia, nuestro hogar y nuestro estilo de vida.

La decepción entre lo que esperábamos y la realidad es la principal razón del abandono de mascotas, sostiene la Asociación Americana de Médicos Veterinarios (AVMA), que anima a las personas a tomar una decisión informada. Piénselo, involucre a la familia y hágase preguntas sobre su motivación y disponibilidad para tener peces y otras criaturas acuáticas como mascotas.

Más personas cada vez descubren que tener un acuario en casa trae color y entretenimiento a sus vidas. Sin embargo, un acuario no es, en principio, un elemento meramente decorativo.

Observar tanques de peces nos ayuda a disminuir los niveles de estrés, y es una opción para personas con limitaciones de espacio y alergias a mascotas con pelo. Quienes tienen casas más amplias pueden tenerlas en estanques.

Otra diferencia con los perros y gatos es que entre los peces no se eligen razas sino especies, que son mucho más numerosas. Al pensar en un acuario, primero confirme cuánto espacio le dará, cuánto tiempo tiene para dedicarle (la limpieza y alimentación son cuestiones de precisión con los peces) y familiarícese con las características de la especie o las especies que le interesan.

Porque un acuario, más que un objeto ornamental, es una comunidad en la que probablemente usted pondrá a vivir a varios peces de dos o más especies. Pida ayuda para saber cuáles especies viven bien juntas, y cuáles no. Lo que una necesita puede ser innecesario o dañino para otra. Algunos peces viven bien en grupos grandes, mientras que otros son agresivos o semiagresivos y como ha podido apreciar el que alguna vez tuvo una pecera sin asesorarse bien, algunos de estos animales se alimentan de otros peces.

¿Cuáles son las necesidades especiales de los peces?

La salud de un pez está directamente ligada a la de su sistema acuático. Mantener una buena calidad del agua es esencial, sea que esté criando peces de agua dulce o una mezcla de peces e invertebrados de agua salada.

Piense en un buen equipo de filtro para remover los desechos, pero también en la temperatura del agua. Muchos peces son muy sensibles a los cambios súbitos, y tal vez necesite un calentador, por ejemplo.

¿Qué actividades se llevan a cabo en su casa? Los humos y vapores del hogar, así como los productos químicos de limpieza pueden impactar en la calidad del agua.

Y si va a tener al pez en un estanque exterior, es importante que sepa cómo va a protegerlos de los depredadores del vecindario y de otros percances del entorno: polvo, lluvia, ceniza, insectos, hojas y semillas de árboles cercanos.

Los peces comen una dieta balanceada, algunos aceptarán hojuelas, pero otros necesitan comida congelada o viva para permanecer felices y sanos. Por ejemplo, los bellos caballitos de mar necesitan comer camarones vivos, y a pesar de su delicado aspecto, comen mucho. El Fondo de Caballos de Mar explica que un adulto se alimenta entre 30 y 50 veces al día, y las crías toman hasta 3.000 bocados al día. Como ve, no es una tarea para el que recién se inicia.

Cuando seleccione una especie, considere la talla que alcanzará cuando sea adulto. Si usted no estará en condiciones de cambiar el acuario a medida que el pez crezca, será mejor atenerse a una especie que pueda contener en el tanque que ya tiene.

¿Qué clase de vida puede ofrecer a los peces domésticos?

Tener peces es una buena actividad familiar. Los niños deberían estar involucrados en el cuidado, con los adultos a cargo. Pero si va a tener un acuario más complejo, multiespecie, es mejor que quienes le proveen el equipo envíen a uno de sus expertos para la instalación y también para una limpieza profunda.

Si no puede pasar todo el día en casa, los peces no se resentirán siempre que tenga un comedero automático o alguien más pueda darles de comer.

Y si en algún momento siente que ya no puede cuidar de sus peces, es su responsabilidad encontrarles un nuevo hogar. Esto no significa liberarlos en el cuerpo de agua más cercano ni en el mar ni en un río. No será un buen fin para sus animales ni para la vida silvestre nativa.

El problema de las especies invasoras

Las especies no nativas invasoras son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, y el mercado de mascotas es el gestor directo de un tercio de las especies invasoras acuáticas.

Los dueños de mascotas que liberan a sus peces y otras especies de agua causan verdaderos problemas. Algunos creen que esta es una opción humana, y lo es: temporalmente soluciona el problema para el humano, pero la investigación sugiere que intentar ‘salvar la vida’ de los peces dorados que ya no se quieren en casa ha tenido resultados catastróficos para la biodiversidad nativa.

La investigación presentada este año por la Universidad de la Reina en Belfast durante la Conferencia Internacional de Especies Invasoras Acuáticas en Oostende, Bélgica, toma como símbolo a los peces dorados, una de las especies más populares en el mundo.

El pez dorado fue domesticado hace más de mil años, y tiene poblaciones no nativas establecidas en todo el planeta. El estudio de la universidad británica fue publicado en la revista científica NeoBiota, y desarrolló un nuevo método para medir el impacto ecológico y los riesgos de que esta especie se tome el mercado de mascotas, por sus ventajas de disponibilidad, alimentación y conducta.

Las conclusiones es que esta es una especie voraz, que suele consumir mucho más que las especies nativas. Si bien su comportamiento vivaz es agradable a los humanos, entre los peces esto se traduce en un temperamento más osado, algo que está ligado con su dominación de nuevos espacios.

El autor principal del estudio, James Dickey, explica que el pez dorado parece representar una triple amenaza. No solo se pueden conseguir fácilmente, sino que combinan un apetito insaciable con un comportamiento imperioso. Incluso en las frías aguas del norte de Irlanda, que a menudo suponen una barrera para que las especies invasoras sobrevivan en estado silvestre, los peces dorados son capaces de tolerar semejantes condiciones y pueden ser un peligro para la biodiversidad nativa de ríos y lagos, devorando los recursos que otros necesitan para sobrevivir.

“Nuestro trabajo resalta que los peces dorados son un gran riesgo, pero esperamos que los métodos desarrollados aquí puedan utilizarse para evaluar a otras especies en el mercado de mascotas en Irlanda y más allá. Las especies fáciles de comprar son las que tienen más probabilidades de ser abandonadas luego. Limitar la disponibilidad de las criaturas que tienen más potencial de impacto ambiental, además de una mejor educación de los dueños de mascotas, es una solución para prevenir el daño que los invasores pueden hacer en un futuro”. (I)