La entrevista, sabemos, es una conversación entre dos personas, en la que una, la que ejerce de entrevistadora, realiza preguntas a la otra, a la que ejerce de entrevistada. Con este diálogo se pretenden revelaciones y conocer mejor el pensamiento del entrevistado. La forma y el tono lo deciden las circunstancias y el carácter de cada entrevistador. La que me interesa y casi siempre elijo es la de tono cordial y sencillo, en la que el entrevistador no busca protagonismo, sino escuchar e indagar.

Mi más reciente entrevista, en el programa virtual ‘A vuelo de página’, se la realicé a la crítica literaria, editora y catedrática ecuatoriana Alicia Ortega, autora de varios libros de ensayo. Entre otros, Fuga hacia dentro. La novela ecuatoriana en el siglo XX (2017), con el cual obtuvo el Premio Isabel Tobar Guarderas, otorgado por la Municipalidad de Quito a la mejor obra de Ciencias Sociales del año. Según ha dicho el escritor y académico Raúl Vallejo, desde que Ángel Felicísimo Rojas escribió La novela ecuatoriana (1948), no se había escrito una obra monumental como esta.

En la entrevista, Alicia Ortega reconfirmó su pasión por la cátedra, de la que tanto disfruta y aprende, dijo, y reveló detalles de su infancia y juventud. Contó cómo recién graduada de bachiller viajó a Alemania con una amiga y luego de un año de estadía regresó llena de planes y de vida y comenzó a estudiar Literatura. Contó, asimismo, de su estancia de seis años en Rusia, donde estudió Filología, mucho tiempo antes de sus estudios de Ph. D. en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos. Habló de su aprecio intelectual por los teóricos ecuatorianos Agustín Cueva y Alejandro Moreano, a los que considera pensadores fundamentales, al igual que el filósofo Bolívar Echeverría, por lo cual ha dedicado mucho de su tiempo a estudiarlos y a difundir su pensamiento. Otro de sus intereses es la literatura escrita por mujeres.

A más de cuentistas, novelistas y poetas brillantes, Ecuador tiene mujeres ensayistas. Una de ellas es Alicia Ortega, a quien hay que leer. (O)