Casarse es, sin duda, la más grande inversión que haremos en nuestra vida. Dada la magnitud de la influencia que dicha decisión tendrá sobre nuestro futuro y el de nuestros hijos, llama la atención el poco cuidado que muchas parejas le dan al tema, dando por descontado que el matrimonio se cuidará y mantendrá a sí mismo. El éxito en el matrimonio no necesita de grandes esfuerzos, pero sí atención mutua a determinados sentimientos, actitudes y comportamientos que se deben mantener y estimular para reforzar la base de la relación.