Queridos lectores: En medio de tantas circunstancias adversas en la vida, lo único que nos salva es la resiliencia y la capacidad de poder volar con nuestra mente a rincones insospechados. Hoy quiero agradecer con este artículo a mi maestra, magíster de Cine y Literatura Jeannine Zambrano Zambrano, quien con su entusiasmo y energía nos ha enseñado a “mirar con otros ojos la verdadera realidad, meditar y entender por qué la mente tiene que aquietarse, neutralizarse para aprehender algo de esta realidad, que es nueva y diferente. Rezar es aquietar la mente. Meditar también. Refugiarnos en nuestra fe, nuestro cuarto de guerra, ante el conflicto y refugiarnos en la integridad de nuestra alma” (la cito textualmente).