Desde que abrieron en el 2004, los he visitado en algunas oportunidades y no siempre porque ha coincidido mi almuerzo o cena en el balneario de Manta, sino que también he manejado las casi tres horas desde Guayaquil expresamente a disfrutar de su menú, que siempre tiene alguna sorpresa que ofrecer. Esta vez consideré importante sentarme en Martinica para celebrar sus 15 años ofreciendo una cocina de primer nivel.