No creo que sea una exageración decir que nos hemos olvidado de lo que es el silencio. Tan acostumbrados estamos a estar constantemente rodeados por el ruido, bullicio y mensajes de todo tipo que hemos terminado no solo por desconocer al silencio, sino que inclusive hemos llegado a temerle. El silencio, hay que advertirlo, no es solamente la ausencia de sonidos. El silencio es una suerte de precondición para experiencias muy profundas de reconciliación con nosotros mismos y de reflexión.