Con  el  avance de la tecnología y ante la necesidad de poder contar con formas de movilidad ágiles y sostenibles, los escúteres eléctricos aparecen como una interesante opción, cuyo uso en las calles ya está siendo estudiado por las autoridades de Guayaquil y Quito.

Desde que surgieron en la década del sesenta, elaborados de manera artesanal, el tema de estos artefactos ha ido evolucionando a nivel mundial. Actualmente se imponen los de tipo eléctrico que integran una batería y un motor que les permite desplazarse con un mecanismo de aceleración y frenos dispuestos en el manillar.

De acuerdo con el Banco Mundial, la creciente demanda de este transporte alternativo es una tendencia global y en países como España, Colombia, Argentina, México y Portugal se han implementado normativas que regulan su uso como sistema de movilidad individual sostenible.

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En el Puerto Principal, una de las empresas que comercializan los monopatines es Electrobike, su director de marca, Andrés Mesías, explica que todo vehículo que no tiene pedales y que sea condicionado para movilizarse de pie está catalogado como escúter.

Agrega que los modelos de tres ruedas son los más buscados, porque  brindan mayor estabilidad y seguridad, por lo que se puede ir con mayor rapidez.

El vicealcalde Josué Sánchez afirmó hace pocos días a EL UNIVERSO que el Municipio apoya este tipo de transporte alternativo, pues al ser eléctrico propicia la movilidad sostenible. Pero remarcó que una “regulación básica” es necesaria para “garantizar la seguridad de los usuarios y los peatones”.

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Movilidad sostenible

Mesías, de Electrobike,  afirma que en el Ecuador más del 50% de la contaminación proviene del sector transporte.

“Al ser eléctrico, el impacto del escúter para el medioambiente es mínimo, cargarlo es como cargar un celular, no demanda mucho consumo de energía y a nivel de tránsito no genera tráfico”.

En ciudades como México, donde la situación de contaminación ambiental es crítica, los escúteres eléctricos  se han convertido en una alternativa de movilidad sustentable comprobada.

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Tras seis meses de operaciones de Lime, uno de los sistemas de movilidad verde que opera en varias ciudades del mundo, Ciudad de México logró sustituir 195.427 viajes en automóvil. 

Con ello han reducido 85 toneladas de carbono, evitando el consumo de más de 8.700 galones de gasolina, según afirmó en un portal web Alexander Wieland, director general de Lime en México.

Para Alfonso Celi,  a cargo de la empresa iLemental que maneja la representación de la marca chilena Hoop Scooter, este medio de movilidad se considera ecológico porque fue concebido con la finalidad de suplir un problema de transportación entre distancias cortas en sectores donde hay mucha congestión vehicular.

“No generan emisiones de carbono al medioambiente”, sostiene. Añade que a  nivel mundial esta es la tendencia en movilidades alternativas, por lo que se ha dado mucho apoyo en temas de legislación para normar su uso  en algunos países. 

Flotas compartidas

En algunas ciudades, además de los escúteres que  los usuarios adquieren y utilizan de forma particular, se han instalado sistemas compartidos como Lime, Waybot, Bird, Grin, entre otros, que permiten a los usuarios ‘alquilarlos’ accediendo a los aparatos través de una aplicación móvil. 

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Alfonso Celi  habla de que ya es tema de análisis  la posibilidad de traer a Guayaquil un modelo de movilidad sostenible a través de escúteres compartidos. “Al igual que Uber, podrías con tu celular, mediante la aplicación, rentar un escúter”, explica.

Sin embargo, enfatiza que antes de lanzar esta propuesta a las calles, deben estar listos los mecanismos para seguridad de usuarios y peatones. 

Mesías coincide en la necesidad de desarrollar aún más los temas de vías, seguridad y conciencia. “A nivel internacional, uno de los puntos que más preocupan es la seguridad, por lo que por ahora estamos a la espera del marco normativo para poder operar”. 

CARACTERÍSTICAS

  • Actualmente se puede encontrar en el mercado local  modelos que alcanzan distancias de 20 y 30 km/h. 
  • La duración de la batería se calcula por distancia, considerando factores como el peso del usuario y el nivel de inclinación de la vía, pueden durar de 30 a 35 km.
  •  Los precios oscilan entre  $ 400 los modelos pequeños para micromovilidad (distancias cortas) hasta los más completos con mayor potencia que pueden llegar a $ 2.000.