Aprovechar las orillas del estero Salado para el esparcimiento, como lo hacían generaciones pasadas en Guayaquil, es una actividad que hasta hace unos meses era limitada. Inaugurada la noche del jueves 29 de noviembre, la plaza GuayArte, adecuada en el parque Lineal de la av. Carlos Julio Arosemena, frente a la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y conectada a los predios de la Universidad de Guayaquil por el puente zigzag, es la nueva oferta de la ciudad para las artes.

La primera etapa de GuayArte fue ejecutada en 2017 y constituyó el primer Festival de Arte Urbano de Guayaquil; convocó a artistas urbanos a crear murales en una calle aledaña al aeropuerto y en paredes laterales de edificios de la ciudad. La segunda etapa del proyecto propone la convivencia de gastronomía y de artes visuales en un amplio espacio repotenciado.

Es innegable que la gastronomía es el atractivo principal; de las decenas de espacios de comercialización, una cantidad exagerada es destinada para alimentos y muy pocos para el incentivo económico de artistas o artesanos locales: dos galerías de arte, un microteatro y un local de tatuajes. El barrio Las Peñas y La Bota siguen siendo líderes en oferta artística y cultural.

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Menos habría sido más; una sobrecarga de sonido, luces y color invaden GuayArte al caer el sol. El cantar de los pájaros se desvanece frente al alto volumen de la música en ambas plazas gastronómicas. Las estructuras metálicas triangulares con material microperforado bordean la Plaza de las Artes e impiden la convivencia con el estero Salado; asimismo, desplazan al Centro de Emprendimiento e Innovación Guayaquil Emprende del perímetro visual, en vez de aprovechar la afluencia de personas.

GuayArte cuenta con la colaboración de más de 50 artistas. Los más destacados por dimensión y protagonismo son el quiteño Juan Sebastián Aguirre, conocido como Apitatán, y el peruano Joan Jiménez, cuyo nombre artístico es Entes. Resaltan también los muralistas Carla Bresciani, Federico Airaudo, Oscar Chávez, Betto Villacís, entre otros. Creo pertinente que un proyecto que pretende apoyar las artes acredite a los autores de los murales en el sitio; si bien esto se realiza en las redes sociales del proyecto @plazaguayarte, se pierde la oportunidad de dar a conocerlos en el momento clave de la experiencia.

Para las artes plásticas se destina el espacio reducido de dos contenedores, instalados con aire acondicionado junto a una de las plazas gastronómicas. Los expositores serán itinerantes, sin embargo, no existe mención alguna sobre cómo postularse ni quiénes están a cargo de los espacios. Inauguraron los espacios el diseñador gráfico Peter Mussfeldt y Javier Pérez (Cinta Scotch), diseñador gráfico y productor audiovisual. Hombres con máscara… retratos de nuestro tiempo, de Peter Mussfeldt, contó con el auspicio de la Universidad Casa Grande. Las 18 expresiones monocromáticas están impresas sobre lona. El montaje no hace justicia a este icónico diseñador gráfico, la iluminación y curaduría son regulares. No se comprende si la obra está en venta.

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Por otro lado, Clásicos de Astillero, de Darío Suárez, maneja un montaje similar y su obra es escultórica, compuesta por materiales como metales, conversa con los elementos utilizados para la estructura de GuayArte.

Es increíble que las esculturas que habitaron el espacio antes de GuayArte sean rezagadas a un segundo plano y no cuenten con la acreditación propia: la Venus de Valdivia, de la artista plástica Yela Loffredo, 2006; Don Quijote y Sancho Panza, de Manuel Velasteguí; y El Equilibrista, de Maurice Monteros, 2006. Lo más impactante es la ubicación, junto a los parqueos y casi en el olvido, de la escultura del ex presidente constitucional del Ecuador Emilio Estrada Carmona, 2005.

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Quienes dirigen GuayArte no deben sucumbir ante la tendencia actual de explotar el arte por su capacidad de generar entretenimiento y marketing cultural. Deben siempre recordar que el arte es una herramienta libre, capaz de potenciar el cambio y causar un impacto en la sociedad. Y, por último, no limitar el arte de una ciudad al arte urbano e informarse, ya que dentro de lo visual existen muchos más tipos de expresiones. (O)