Debido a la acumulación de agua por intensas lluvias, Elizabeth Zambrano debe cargar los zapatos en las manos y avanzar alrededor de 200 metros desde su domicilio, ubicado en el 2.° Callejón 19B NE (Pablo Ansaldo) y la avenida avenida Ricardo Mórtola hasta salir a la av. Isidro Ayora, donde pasan las líneas de buses.
Ante esa situación, los buses evitan ingresar a la calle Mórtola, y los moradores, como Zambrano, deben correr el riesgo de caminar en medio del agua hasta llegar a las avenida Ayora o también a la av. Orellana.
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En la zona de la calle Ricardo Mórtola, cerca de la intersección con la Isidro Ayora, se vuelve intransitable para autos y peatones por la anegación.
Esta es una de las 44 zonas consideradas propensas a inundaciones por parte del Municipio. Por ello, en calles cercanas a esta intersección se ha colocado un letrero de advertencia a fin de alertar la toma de otras rutas en caso de intensas precipitaciones.
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“Todos los años pasa lo mismo. Sería bueno que den mantenimiento”, dijo Zambrano.
Jackson Magallanes, morador y trabajador, indicó que cuando se inunda la zona procura ingresar a la zona dando la vuelta por la av. Orellana, donde el nivel de agua es menor, y con ello continuar sus labores en un taller mecánico ubicado cerca de la intersección de las avenidas Mórtola y Ayora. En su caso la atención de automotores varados resulta beneficioso.
“No se puede pasar es un caos con las lluvias, suele llegar el agua hasta la cintura”, agregó el usuario.
Asimismo, en caso de fuertes lluvias, Julianis Conquista, trabajadora de una lavandería, sostuvo que incluso el agua ingresa a viviendas y negocios que están a baja altura o no cuentan con muros de protección.
En el negocio también se dan afectaciones en la operatividad, ya que en anteriores inviernos se han presentado escenarios de colapso de los sistemas de drenaje cuando hay intensas y seguidas lluvias. Con ello, las máquinas tienen inconvenientes para la eliminación del agua usada.
Ella contó que la última vez que hubo una fuerte lluvia no pudo asistir al trabajo, puesto que la zona estaba complicado salir al lugar y también en el sector donde reside, en Sacues 5, ocurrió una situación similar de inundación.
““El agua estaba demasiada alta, es imposible ingresar uno tiene que buscar la manera de dar la vuelta, así llueve 5 minutos se inunda bastante. La venida de allá (Isidro Ayora) para acá (a la Mórtola) se complica sobre todo desde la cancha hacia el colegio”, expresó la mujer.
Conquista consideró que se deben hacer limpiezas de sumideros para evitar que las afectaciones sean graves en la zona, puesto que en cada lluvia suele encontrarse desechos bloqueando alcantarillas. Por ello, entre los consultados coincidieron en que haya corresponsabilidad ciudadana en el manejo de desecho y su disposición.
También, Zambrano apuntó que el agua se suele acumular en una especie de bajada que se ubica en las cercanía del colegio Albonor.
Frente a eso, se consideró que podría analizarse una solución a largo plazo para corregir o buscar alternativas de desfogue de ese estancamiento de agua que con el paso de minutos disminuye.
Actualmente, en la zona, el cabildo porteño continúa con labores de adecuación y reconstrucción en vías interiores tanto en Samanes y Alborada.
Estas labores incluyen pavimentación con hormigón y repotenciación de sistemas de aguas lluvias y servidas. Aquello, entre moradores, esperan que puedan mitigar los escenarios de inundaciones. (I)