La reanudación de las clases presenciales en Guayaquil, una vez que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) local suspendió la prohibición dispuesta en su momento por el incremento de contagios de COVID-19, genera reacciones favorables y preocupación entre la comunidad educativa.
En planteles particulares la noticia anunciada el domingo fue recibida con beneplácito. Y enseguida fueron enviadas circulares a los padres de familia que habían aprobado que sus hijos regresen voluntariamente a las aulas.
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En la Unidad Educativa Ecomundo, ubicada en la avenida Juan Tanca Marengo, norte de la ciudad, la rectora Raquel Maquilón indicó que las semanas anteriores fueron aprovechadas para desinfectar y fumigar el local escolar.
“Compartir de manera presencial en un ambiente escolar sin duda alguna tiene muchísimos beneficios para los estudiantes, entonces, esta interacción, esa comunicación directa con sus compañeros, sin duda alguna, va a ser muy rica, muy satisfactoria para las relaciones de los estudiantes. Y también de los profesores a los chicos”, mencionó ella.
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Considerando los estudiantes de preparatoria, primaria y secundaria en edad vacunable, en Ecomundo se estima que hay el 85 % de alumnos inmunizados contra el coronavirus, sostuvo Maquilón.
La Unidad Educativa Delfos, en la avenida Las Aguas, norte de Guayaquil, prevé reanudar las clases presenciales a partir de este martes, 1 de febrero.
“En nuestro Proyecto de Retorno Presencial hemos establecido claramente todos los protocolos de bioseguridad. Nuestro PICE (Plan Institucional de Continuidad Educativa) fue uno de los primeros en ser aprobados en Guayaquil por lo que nosotros retornamos a la presencialidad desde inicios de junio (del año pasado)”, indicó Nela Verdezoto, rectora de la institución.
Ella mencionó que la presencialidad permite al estudiante socializar y adquirir habilidades blandas para interactuar efectivamente con sus pares.
Mientras, dentro de la Unión Nacional de Educadores (UNE), núcleo Guayas, hay preocupación y pedidos puntuales al Ministerio de Educación.
A través de un comunicado suscrito por Hilario Beltrán, presidente del gremio, dicha instancia señaló que en cada plantel debe promoverse un debate en torno a la construcción y aprobación del PICE para verificar si antes de la presentación de este documento hubo el acuerdo expreso y voluntario de la comunidad educativa.
En caso de no evidenciarse este acuerdo, sostuvo el gremio, debe exigirse “la actualización o revisión del PICE con la finalidad de introducir modificaciones para que el Ministerio de Educación, a través del distrito educativo, asuma la responsabilidad constitucional de mejorar la infraestructura escolar (baterías sanitarias, servicios básicos e internet de óptima calidad, instalaciones eléctricas y más espacios)”.
Asimismo, la UNE consideró necesario que en cada distrito educativo se conformen comités de defensa de la educación y la salud a fin de demandar que se cumpla el presupuesto para ambos campos. (I)