Ángel y María sobrepasan los 80 años. Nacieron en Quito y Ambato, respectivamente. Sin embargo, la vida los juntó hace más de cinco años en las calles de Guayaquil. La falta de recursos económicos y el abandono de familiares los llevaron a acogerse como “tío y sobrina” para sobrevivir en el mundo de la mendicidad.














