El cariño y el buen sabor en boca que deja la comida crocante es parte fundamental de estas tres historias.
Se trata de los restaurantes Horneadictos, fritada Odalys y el Café de Pepe. Todos ubicados en Guayaquil y siendo parte este 2025 de una selección especial: los 21 restaurantes participantes de la feria Raíces.
Para degustar de su menú hay que programarse un recorrido que abarca la Alborada, el centro de la ciudad y se concluye por Pascuales.
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La buena noticia es que del 24 al 27 de julio, todos estos locales estarán juntos en el Centro de Convenciones de Guayaquil, antiguo aeropuerto, en la Av. de las Américas.
Ahora, cada uno de ellos se alista con ‘su plato estrella’ para competir por quién tiene el mejor, en esta feria gastronómica organizada por el municipio porteño desde el 2014.
Las entradas a este evento tienen un valor de $3 y se pueden comprar desde ya, a través del sitio web de Expoplaza.
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Los valores de cada platillo depende de la proteína y sus buenos acompañantes.
Horneadictos
‘El Guayaco’ es el bocadillo representativo de Horneadictos, uno de los participantes de la feria Raíces.
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Tal como lo menciona uno de sus mentalizadores, José Icaza, tiene lo mejor de los dos mundos. Por un lado, lo crocante y característico de un pastel de canasta, que se consume en la calle y el pescado troceado con el puro sabor del típico encebollado.
El platillo tiene dentro de la masa de hojaldre pedazos de albacora con una reducción de la sopa.
“Quisimos buscar algo que nos represente y qué mejor que el encebollado que nos representa a los guayaquileños, a la ciudad”, contó Icaza.
La masa del pastel es trabajada de forma minuciosa, por ello la textura al momento de sacarla del horno, contó uno de los socios de Horneadictos.
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En el negocio, ubicado en La Alborada, no solo se oferta el pastel de encebollado, también otras variedades de pasteles, pizzas y hasta tortillas de verde.
José Icaza, Josselyn Carvache y Génesis Ibarra son los tres socios de este participante de Raíces que busca llevarse el mayor galardón de la feria.
Horneadictos nació hace aproximadamente un año luego de la insistencia por parte de los clientes que solicitaban a menudo los productos a domicilio.
Antes de tener un local, la marca se manejó con el servicio de ‘delivery’ por dos años. Se ofrecían los productos a empresas.
“Nuestras estrellas son los pasteles y esperamos que brillen”, citaron los socios de la hueca.
Restaurante Odalys
El local de Liliana Quinaluisa, en Pascuales, parroquia urbana de Guayaquil, es un punto de encuentro para los amantes del cerdo. Hace un año y tras la muerte de su madre, se hizo cargo de este negocio con 25 años de trayectoria.
Sobre la avenida principal de este sector, se ubica el restaurante Odalys.
“Vamos a vender en $6 y $7. La de $7 va más despachadita, con más carne”, cuenta Liliana sobre la oferta exclusiva de fritada con la que atenderá en Raíces.
Ella asegura que su local se ha ganado el cariño entre sus comensales por la calidad del cuerito reventado. Aparte de eso, el plato se sirve con madurito, mote, fritada y ensalada de tomate, pepino y cebolla.
Pero antes que nada, lo que manda ahí es la sazón. “El buen aliño manda en la fritada y suficientes montes como la albaca, la hierbita y cebollita blanca”, describe Quinaluisa en cuanto a los ingredientes que no faltan.
Para que la cocción salga en su punto, Quinaluisa se ayuda de un tío y una señora que ha trabajado con su familia desde siempre.
“Mi mamá no era quien preparaba, pero a ella le gustaba hacer el ají y la ensalada”, menciona esta emprendedora que mantiene el legado de doña Vilma.
Que el negocio lleve por nombre Odalys, se debe a una nieta. Al interior del local, el espacio es amplio y y una imagen del Divino Niño tiene su altar. Quinaluisa también es devota.
El café de Pepe
Mónica Muñoz, hija de José Amable Muñoz conocido como Don Pepe, lleva a Raíces el tradicional y aclamado sánduche de chancho.
Esta es una hueca muy reconocida en el centro de Guayaquil, en las calles Clemente Ballén y Pedro Moncayo, a pocos pasos de la Plaza Victoria, sector donde nació este negocio familiar.
Mónica comenta que su abuelo Modesto Muñoz empezó a colocar quioscos en la plaza Victoria para vender alimentos y bebidas a quienes salían a pasear, comprar o se movilizaban en ese sector que antes era el paradero de los buses de transporte.
Sin embargo, la idea y sazón del sánduche de chancho viene de su papá como tal, Don Pepe.
“Mi papá, en ese tiempo, un jovencito empezó con la venta de sánduches de chancho, los cuales eran muy aclamados, al guayaquileño le encanta el sánduche de chancho y es algo que no pasa de moda”, explica ella.
Añade que luego de años cuando su padre formó una familia, su mamá es la que decide incursionar en la panadería, por lo que se fusionaron la panadería y los sánduches.
“Eso le dio el toque porque los panes son sacados del horno, muy frescos, salen a cada hora y eso los hace más ricos”, dice ella.
Mónica recuerda que cuando se inició Raíces, la cafetería Don Pepe fue nominada dentro de las primeras 70 mejores huecas de Guayaquil.
Y luego tuvo varias invitaciones a participar por la Estrella Culinaria, sin embargo, él no se decidía. El año pasado fue invitado nuevamente y aceptó ser parte pero no pudo estar porque tuvo una complicación de salud que le cobró la vida y fue un golpe muy fuerte para toda la familia.
“Hemos aceptado esta participación como un homenaje póstumo para él, para honrar su legado, con orgullo representándolo”, dice su hija.
Ella destacó que el sabor de estos sánduches son garantizados. El de tradicional de chancho, con el que participa por la Estrella Culinaria, está a $ 2.50, también venderán sánduche de pavo; pavo con arroz y ensalada; y chancho con mote y ensalada a $ 5. (I)