Aprovechando la jornada electoral de este domingo, 15 de octubre, comerciantes ambulantes se han posicionado en los alrededores de los recintos electorales de Guayaquil.

En las cercanías del colegio Guayaquil se implementó un cerco a varias cuadras a la redonda con el fin de limitar el paso por la calle Gómez Rendón.

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En esta vía se multiplica la oferta de vendedores informales, con el expendio de churros, fritada, granizados, huevos de codorniz... Además hay servicios de plastificación del certificado de votación.

En este recinto, así como en otros grandes de la urbe, hay decenas de plastificadores, comerciantes y puestos de comida.

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Los votantes que salen del colegio Guayaquil son abordados por grupos de niños que ofrecen servicios de plastificado por $ 0,25. Pese a los intentos policiales por liberar el acceso, eso parece imposible por la cantidad de menores. Ese ambiente se evidenció a las 09:30.

En la zona céntrica, en el colegio Vicente Rocafuerte, la Universidad de Guayaquil, el colegio técnico Simón Bolívar y la Universidad Laica Vicente Rocafuerte también se evidenció la colocación de puestos de ventas de artículos varios, comida y servicio de plásticos.

En la calle Lizardo García y otras vías transversales que dan al colegio Vicente Rocafuerte y a la Unidad Educativa República de Costa Rica se cerró el tránsito vehicular con cintas amarillas.

En estos espacios se aprovechó para la instalación de los comerciantes. Hay oferta de coco, desayunos, churros, jugos y más.

En una sola puerta se da el ingreso de los usuarios, bajo la vigilancia de policías, mientras por otra puerta salen los sufragantes. En este segundo punto, varios ciudadanos ofrecen a $ 0,25 la puesta de plásticos en los certificados de votación.

Estos se acercan a los votantes con el fin de atraerlos hacia los puestos que se han instalado con máquinas en la acera de la calle Lizardo García. Hasta las 09:00 no se observó presencia de agentes metropolitanos en la zona.

Los comerciantes pidieron que se les permita trabajar en la zona, con el fin de obtener ingresos extras este domingo. Gloria Lara se instaló desde las 07:00 en los alrededores del colegio Vicente Rocafuerte con la venta de churros, frituras y canguil, con precios desde $ 0,50.

Ella aspiraba a vender unas cien unidades entre los tres productos.

“Hay poca afluencia; esperemos que mejore con el paso del tiempo. Ojalá que no salga el sol. Dondequiera hay temor (por la inseguridad). Decían que no nos dejarían trabajar, pero nos han dejado aprovechar para hacer algo, porque esto no es todos los días”, agregó esa mujer, que regularmente suele ubicarse en los alrededores del malecón del Salado.

Otro ciudadano, José Guamán, llegó con tres variedades de jugo, de tamarindo, naranja y limón, que ofrecía en vasos de $ 1. De cada sabor aspiraba a vender unos 20 litros, como suele ser en una jornada regular.

Comercios y cierres de tránsito en alrededores de recintos electorales de Guayaquil. Foto Andrés Bajaña. Foto: Andrés Bajaña

El hombre prevé quedarse hasta las 14:30 para poder ir a votar a un recinto electoral del suburbio. “Hasta ahora (vendí) como unos veinte vasitos recién”, dijo el hombre, quien además tenía un joven que lo ayudaba en el trabajo.

En el plantel de la calle Tungurahua, en cambio, un cordón policial se mantenía en el exterior para estar atento a cualquier novedad.

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Allí, una cinta amarilla advertía la restricción de ubicación de carros, aunque en la acera había varios puestos de informales con venta y ofrecimiento de plásticos para los certificados de votación.

En la calle El Oro, donde se ubica la Unidad Educativa Sagrados Corazones, hay comerciantes de toda clase de productos, sobre todo de comida. En una acera colindante con el parque Forestal se ofrecieron diversos platillos, incluyendo fritada.

Asimismo, en los alrededores de las calles Rosa Borja de Ycaza y Domingo Comín se apostaron vendedores ambulantes para promocionar una diversidad de productos. Algunas calles transversales fueron cerradas y aquello derivó en la ocupación de los comerciantes. Asimismo, en los acceso a planteles hubo aglomeración de puestos para plastificar documentos.

En los alrededores del colegio Santo Domingo de Guzmán, de Urdesa, también hubo policías que controlaban el ingreso con un detector de metales del propio plantel.

Allí se evidenció un panorama similar, con niños que se acercaban a la puerta principal para atraer a los sufragantes a plastificar sus certificados de votación. Ese ambiente generó quejas de un votante, quien señaló a los policías para que retiraran a estas personas, ya que bloqueaban el libre paso de peatones. (I)