Decenas de buses urbanos amanecieron estacionados a los costados de las avenidas Barcelona, Isidro Ayora, Francisco de Orellana y 25 de Julio a la espera de una respuesta del Municipio de Guayaquil para la implementación de un estudio técnico que analice la posibilidad de un alza del pasaje.
Desde este martes 9, el gremio de transportistas de servicio urbano anunció que solo circularán con el 50 % de sus unidades luego de no haberse concretado un acercamiento con representantes de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) y sobre todo con la alcaldesa Cynthia Viteri.
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Cristian Sarmiendo, principal de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), dijo que esperan un estudio técnico relacionado con la revisión del valor del pasaje, que es establecido por el Municipio y se mantiene por ahora en $ 0,30. En días pasados, el dirigente entregó un oficio para solicitar una audiencia con la alcaldesa para tratar el tema.
Sin embargo, antes de ello, la funcionaria negó la posibilidad de un incremento de la tarifa.
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Por su parte, el dirigente adujo que los ingresos actuales no alcanzan para cubrir los gastos operativos por el alza del precio del combustible (diésel), llantas, aceites, otros insumos e incluso la mano de obra.
Ante la manifestación de este martes 9, el general Luis Lalama, jefe de operaciones de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), dijo esta mañana que se dispondrá de transporte alternativo con expresos escolares e institucionales que se ubicarán en puntos de alta demanda de usuarios para facilitar su traslado.
En la vía a Daule, a la altura del Fuerte Militar Huancavilca, furgonetas amarillas llevan a personas hacia distintos destinos.
Decenas de personas que van a sus trabajos se encontraron esta mañana con menos unidades disponibles. Por ejemplo, en el paradero de buses ubicado en la av. Francisco de Orellana, en el sector de Las Orquídeas, la gente espera las unidades, pero muchas de las que pasan van vacías y no recogen pasajeros, ya que están fuera de servicio.
Los transportistas aluden que no se trata de una paralización del servicio, sino de una forma de racionalizar sus recursos ante la falta de una tarifa que permita continuar con una operación normal.
En las calles porteñas existen voces a favor y en contra de la posibilidad de un incremento de pasajes. Quienes están en contra afirman que la situación económica no permite destinar más dinero para pasajes. (I)