El nombre de la profesora Carolina Espinoza Orejuela alcanzó notoriedad en Ecuador cuando a mediados del 2020, en plena pandemia del COVID-19, se hizo pública su iniciativa de ir a la casa de los estudiantes que no podían conectarse a las clases virtuales por falta de internet o de equipos tecnológicos, en el cantón General Villamil Playas. Lo hacía en bicicleta, pizarra al hombro, y una consigna: que nadie se quede sin estudiar.