La noche de estreno de Yo Me Llamo (este lunes 1 de septiembre) dejó en evidencia lo que promete ser una de las temporadas más ambiciosas y renovadas del reality musical, transmitido por Teleamazonas.

En su octava edición, el programa no solo mantiene la esencia de encontrar al mejor imitador del país, sino que eleva la apuesta con cambios de formato, mayor exigencia artística y una puesta en escena que involucra a más de 120 personas en producción.

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Jhonny Pasquel Vásquez, productor general del programa, explica que esta temporada representa un giro importante respecto a las anteriores. “La esencia sigue siendo la misma: encontrar al imitador que más se parezca a su artista favorito. Pero hemos añadido nuevas dinámicas para hacer más entretenido el formato. Ahora hay eliminaciones diarias, duetos, batallas, y una etapa de inteligencia artificial que nos ayuda a elegir canciones populares, por ejemplo, en karaokes".

Además, la presencia internacional ha crecido. Participantes de países como Panamá, Colombia, Chile y Argentina siguen confiando en la producción ecuatoriana como una vitrina de exposición artística.

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“Somos observados por otros países donde se produce Yo Me Llamo. Ecuador se ha vuelto un semillero para nuevos talentos de imitación”, agregó Pasquel.

El arte de parecerse

La transformación de los participantes es un proceso complejo y progresivo que requiere semanas de trabajo minucioso. María Fernanda Balseca, jefa de caracterización, detalla cómo su equipo, compuesto por seis personas, logra que un rostro común se convierta en uno icónico.

“Usamos técnicas como claro-oscuros, postizos, tatuajes, calvas, y adaptamos el color de piel sin alterar la identidad del participante. Respetamos las normas de la franquicia internacional, por eso no se permite cambiar el tono de piel, por ejemplo”, explica.

Óscar Zuleta, jefe de vestuario, lidera un equipo de diez personas que recrea al detalle los atuendos más icónicos del mundo de la música.

“El vestuario es la piel del participante. Cada prenda debe ser fiel al artista original. Desde una cadena, una pluma, hasta la suela de los zapatos”, explica Zuleta.

En la temporada anterior se elaboraron cerca de 600 piezas de vestuario, incluyendo atuendos para bailarines, y se espera superar esa cifra en esta edición.

La octava temporada ya lleva más de 23 galas grabadas, y su preparación empezó desde la recepción de más de 1000 videos de casting online.

Yo Me Llamo es uno de los programas que más fideliza audiencia junto con MasterChef. Ayer recibimos fotos de familias reunidas viendo el programa. Eso nos llena de orgullo”, señala el productor.

Entre los próximos elementos destacados de la temporada, se anuncia la integración de inteligencia artificial como parte del show, duetos sorpresa, y la esperada etapa de contra pantalla, donde los participantes se enfrentan visualmente con el artista original en escena.

“Ahora será difícil que la gente se pierda un capítulo. Un participante puede cantar hoy, pero ser eliminado mañana. Nadie está a salvo, y eso genera emoción”, añade Pasquel. (E)