El drama entre Andreína y Miguel continuó. Ya no hablaron, tampoco saludaron cuando le tocó ir a la casa de las mujeres. Pero a más no pasó, simplemente su conexión al parecer se desvaneció por la indecisión.
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Las chicas le expresaron su incomodidad y opinaron sobre su falta de coherencia en las cosas que dice.
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El drama entre Andreína y Miguel continuó. Ya no hablaron, tampoco saludaron cuando le tocó ir a la casa de las mujeres. Pero a más no pasó, simplemente su conexión al parecer se desvaneció por la indecisión.
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Es comprensible que se intente aprovechar el efímero tiempo de vida de las alianzas legislativas, pero hay que aceptar que la desesperación es mala consejera.
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