La reciente bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, disponible en Max, ha revivido una de las grandes polémicas alrededor de una de las grandes figuras del humor hispanoamericano, Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito.
Este fue el último capítulo que grabó el elenco original de la serie ‘El Chavo del Ocho’
Las grabaciones de El chavo del Ocho (1973 - 1980), la comedia estrella de Chespirito, fueron escenario de intensas relaciones entre los miembros del elenco, mientras el programa se posicionaba como un semillero de risas para el público.
El vínculo más comentado tras cámaras fue el protagonizado por Gómez Bolaños, Carlos Villagrán, Florinda Meza e incluso atañe al director del show, Enrique Segoviano. Menos Gómez Bolaños, todos vivos y prestos a comentar, si lo quisieran.
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La relación de Florinda con Roberto sin duda fue la más importante y duradera de todas. Con ella, el artista mexicano vivió hasta el último día de su vida.
Tal como deja ver la bioserie de HBO Max, el romance se fraguó durante la década de 1970, cuando Chespirito aún estaba casado con su primera esposa, Graciela Fernández, y madre de sus seis hijos, y la actriz estaba comprometida con Segoviano.
Se dice que Chespirito estuvo cerca de cinco años intentando conquistar a Florinda, quien inicialmente lo rechazaba por su inminente matrimonio, por la diferencia de edad (20 años), porque él era su jefe y por su familia.
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En múltiples entrevistas, Florinda Meza ha declarado que fue tal la insistencia de Chespirito, con sus poemas, dibujos, conversaciones, que la terminó conquistando. Finalmente, Roberto Gómez Bolaños se divorció de Graciela en 1989, oficializando así su noviazgo con Florinda, uno de lo más emblemáticos del espectáculo mexicano.
Aunque vivían desde entonces como pareja, los actores decidieron casarse en 2004 y fueron esposos hasta la muerte de Chespirito, 10 años después, en 2014.
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Antes de este doble triángulo amoroso, estuvo el breve romance entre Meza y Villagrán, con su respectiva carga de especulaciones. El actor de Quico ha declarado en varias ocasiones que esta relación, iniciada por Florinda, fue corta. Según él, el romance se volvió una “carga” y Roberto Gómez Bolaños incluso le sugirió que lo terminara, lo que Villagrán interpretó como celos.
Menos comentado, otro enamoramiento que supuestamente habría surgido entre el elenco es la Angelines Fernández (La Bruja del 71) y Ramón Valdés (Don Ramón), aunque no correspondido por el último. Se dice que su cariño era tan profundo que, tras la muerte de Valdés en 1988, Angelines permaneció por horas junto a su lápida, llorando y repitiendo “Te fuiste mi Roro”. Esto refuerza la idea de un amor que trascendió la pantalla. (E)
