El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, también fue parte de la gala del Miss Universo; justo antes de anunciar a la ganadora del certamen, se dirigió en inglés al público, afirmando que su país una vez más se ha posicionado y mostrado al mundo de lo que es capaz.

“Gracias por elegir ser parte del engrandecimiento de El Salvador, pero esto apenas comienza”, aseguró ante una multitud que lo recibió con entusiasmo.

“Lo que han vivido aquí es solo una pequeña parte de todo lo que inspiramos”, continuó. “Queremos que las mentes más brillantes de todo el mundo nos ayuden a seguir construyendo El Salvador para todo el que quiere vivir la libertad”, dijo el mandatario, admirado por muchos por lo que consideran un vuelco en la crisis de seguridad del país centroamericano, pero también criticado por grupos defensores de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.

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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofrece un discurso durante la ceremonia de coronación de la nueva Miss Universo 2023. Detrás de él, la representante de Nicaragua, Sheynnis Palacios, la primera centroamericana en ganar el concurso. Foto: EFE

Bukele, de 42 años, esperó hasta el momento más emocionante de la gala de belleza para dirigirse a la televisión internacional. “Los invitamos a saber que El Salvador es el lugar ideal para luchar por sus sueños, por muy grandes que sean”.

Vestido de etiqueta, para la ocasión, el presidente salvadoreño se mostró hospitalario. “Bienvenidos al renacer de El Salvador”, dijo, saludando con la mano al público, que se puso de pie para aplaudirlo.

Bukele, de ascendencia palestina, forma parte de una generación de políticos mileniales, con los que comparte el no tener posiciones políticas extremas. Domina las redes sociales, especialmente para responder a sus críticos, y también para distribuir órdenes presidenciales.

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A pesar de sus detractores, mantiene un alto índice de aprobación y se lo considera el presidente más popular de la historia de El Salvador, con el 87 % de apoyo.

Además, por su juventud, no se priva de vestir de manera casual, con jeans, con gorra y sin corbata. Ha llamado a la manera tradicional de hacer política ‘obsoleta’ y es un convencido de la revolución digital. (E)