En 2018, dos años antes de la pandemia de COVID-19, el periodista español Édgard Caro ya se había creado una cuenta en TikTok, pero como en ese momento el mundo aún no estaba listo para la fiebre que vendría luego con esa red social, Édgard decidió cerrarla —sin resentimientos— luego de que su hermano le contara que uno de sus conocidos había visto uno de sus videos y le provocó vergüenza.
Pero ya durante la cuarentena, encerrado igual que el resto del mundo, apostó por volver a descargar TikTok. Y gracias a Dios que lo hizo, porque a él le debemos (incluida esta periodista) muchas de nuestras carcajadas desde entonces.
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Ese sentimiento de alegría y de desconexión de las malas noticias que sus videos pueden provocar en otros sigue siendo la mayor satisfacción y el mejor pago para el ahora reconocido tiktokero, que hoy se acerca a los 8 millones de seguidores solo en esa red social con el usuario Sensillo con S.
Desde marzo del año pasado, Édgard decidió además salir del formato virtual para ofrecer espectáculos a sus seguidores en vivo en una gira que lo traerá hasta América del Sur en octubre para visitar varias ciudades de Colombia, entre ellas Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y Pereira. Es muy posible que en 2024 también aterrice en Ecuador.
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Antes de ser la Minnie, su alter ego en TikTok, Édgard se popularizó con el audio ‘del potasio’ y muchos pensaban que él había sido el creador del sonido original. “Fue una época muy fuerte, porque crecía 50.000 seguidores al día en TikTok; era una locura con cada video que hacía”, recuerda.
¿Cómo nace la Minnie, su personaje?
Cuanto más te pones un pintalabios o un pendiente o repites un outfit, la gente va pensando que es un personaje, le va tomando cariño y lo reconoce. Pero nació cuando vi un video del mismo entrevistador que aparecía en el video del potasio conversando con una chica que tenía un crop top de la Minnie, así que la dibujé y, como ya me había esforzado tanto dibujando a la Minnie, me la puse varios días; luego llegó la peluca y, desde entonces, soy el de la Minnie.
Cuénteme cinco datos que tenemos que saber sobre la Minnie...
Bueno, la Minnie es muy expresiva, se pinta los labios fatal, tiene un dibujo de camiseta, a la peluca le quedan cuatro pelos y es muy fiestera.
Y ahora, cinco datos sobre Édgard...
Yo soy muy trabajador, soy muy constante, soy muy simpático y risueño, tal y como me expreso en mis redes sociales, soy igual de simpático. No soy tan lanzado; a veces soy un poco tímido y siempre me verán riendo.
Cuando ya se acabó la cuarentena, ¿cómo se dio cuenta de que de repente ya era famoso?
La verdad fue muy raro, porque yo hago los videos en mi cuarto, pero tienen un alcance internacional. Y me pasó en España, donde yo trabajaba como periodista grabando programas que nos tocaba recibir a los talentos, como cantantes o acróbatas, y eran ellos quienes me reconocían y me decían: “Yo a ti te conozco”. Todos los días es una locura, porque me piden fotos en todas partes: en la cafetería, en el gimnasio, en la calle, incluso mis vecinos.
¿Cómo le fue en su primera visita a Colombia el año pasado?
Impresionante, porque pasar de hacer algo en mi cuarto a hacer algo delante de mil personas es diferente. No es lo mismo un sketch de quince segundos a presentar un show de dos horas que es lo que dura mi presentación. ¡Y sobre todo que les haya encantado! Y, como soy muy creativo, le he puesto muchas fotos, muchos videos, mucha música de redes sociales e interacción con el público. Cada vez que lo hago, le voy cambiando cosas y actualizando, así que nunca es igual.
¿Qué significa todo este éxito para usted?
Yo me quito valor y mérito. Yo hago mi trabajo y ya está; nadie depende de mí. No soy un influencer, porque siento que no influyo a nadie (risas), pero si de alguna manera lo hago —y por lo que me escribe la gente— es que me dicen: “Me has cambiado el día”, “Me has hecho reír”, “Muchas gracias por la sonrisa”. Entonces, yo lo único que hago es que la gente tenga un minuto de desconexión y que cambie un poco su chip. Los miles de comentarios que recibo son positivos gracias a Dios, y me alegra que estos videos que hago para mí, como hobby, tengan ese impacto.
¿Cómo ha sido crecer en cada red social?
Sí, es verdad que he crecido de forma diferente, porque en Instagram me daba vergüenza subir los videos, porque allí estaban todos muy jefes y mis amigos, y tardé como un año y más en subirlos en Instagram, porque sentía que no quería que me vieran. Pero le doy más mérito a Instagram, porque tienes seguidores más fieles que siempre te van a compartir. Ahora me considero como creador de contenido global. Antes era solo tiktoker, pero ahora abarco todas las redes sociales.