Cada Nochebuena, un organismo militar de Estados Unidos y Canadá activa un seguimiento simbólico del recorrido de Papá Noel, conocido internacionalmente como Santa Claus, mientras reparte regalos alrededor del mundo.

Aunque hoy se presenta como una tradición navideña para niños y familias, su origen está ligado a un error cometido hace casi siete décadas.

Todo comenzó en 1955, cuando una tienda por departamentos publicó un anuncio invitando a los niños a llamar por teléfono para hablar con Papá Noel. El aviso incluía un número equivocado que, en lugar de conectar con la tienda, dirigía las llamadas a una línea directa del sistema de defensa aérea estadounidense, en plena Guerra Fría. Al otro lado del teléfono respondió un oficial que, lejos de cortar la llamada, decidió seguir la conversación y decirle al niño dónde “se encontraba” Papá Noel.

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Las llamadas no pararon esa noche. Frente a la situación, el oficial organizó a su equipo para atender a los niños y darles información ficticia sobre el recorrido del trineo. Así nació una costumbre que, con el tiempo, quedó en manos del NORAD, el comando binacional encargado de la vigilancia aeroespacial en América del Norte.

Hoy, cada 24 de diciembre, NORAD repite el ritual: publica un mapa interactivo para seguir el trayecto de Papá Noel por distintos países y habilita líneas telefónicas atendidas por voluntarios que responden preguntas de niños de todo el mundo. El seguimiento recrea el uso de radares y satélites, aunque todo se realiza con fines informativos y festivos.

Lo que empezó como una confusión telefónica terminó convirtiéndose en una de las tradiciones navideñas más curiosas. En este link podrás encontrar el recorrido en vivo: www.noradsanta.org (E)

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