Tal vez no todos crean en las coincidencias, pero hay algunas que valen la pena notar. El músico guayaquileño Ricardo Pita acaba de presentar su más reciente material discográfico, La tierra en el alma, con un mensaje ineludible: la importancia de la empatía.

Para el compositor y cantante, la capacidad de ponerse en los pies del otro, y tratar de entender su perspectiva, resuena en medio del actual paro nacional, un momento en que el artista sintió que este mensaje se hace aún más necesario. El lanzamiento de su flamante álbum coincidió de manera fortuita en el marco de las protestas.

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“La palabra que más resuena conmigo en este último tiempo es empatía”, manifiesta, haciendo un llamado a la reflexión: “Si tienen solo un poquito de empatía... Puedes parar y decir: ‘oye, voy a interpretar lo que está sufriendo esta gente, si dejan su casa para irse kilómetros y kilómetros en la lluvia y en el frío, por levantar su voz, por algo ha de ser’. Y no solo a usar términos despectivos contra ellos”.

Para el artista, el mensaje de unión y resistencia se ha convertido en el faro del disco, ayudando a que lograra más de cien mil reproducciones en sus primeras horas.

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Del sol de Río a la sombra de la migración

Pita comenzó la composición del disco con una atmósfera alegre, influenciado por su paso por Río de Janeiro, donde “la samba y el choro” le dieron al inicio una sonoridad brasileña “bastante notoria”.

Sin embargo, el concepto del álbum dio un giro radical durante una gira por México. Un incidente de detención en el aeropuerto, que difundió en su momento en las redes sociales, le hizo toparse con “la realidad de la América de otra manera”.

El músico relata su impacto al compartir espacio con personas en situación de migración: “Estar ahí encerrado, con gente que está en situación de migración, la gente en familias con niños chiquitos… vienen saliendo de países [donde] la situación no les permitía vivir en paz”.

Esta experiencia lo obligó a cambiar el enfoque lírico de su trabajo, que luego se vio acentuado por el encierro de la pandemia. Ver “todo lo que nos rodeaba, con las malas noticias, todo eso golpeaba bastante”, confiesa, moldeando así el tono final del álbum.

Sonoridad electrónica y conciertos colectivos

Musicalmente, La tierra en el alma representa una ruptura con sus trabajos anteriores. Aunque la esencia rítmica latinoamericana permanece, el disco prescindió de músicos tradicionales para enfocarse en la música electrónica. Pita explica que, en lugar de invitar a bateristas o chelistas, decidió que el disco debía grabarse “de esa misma manera” en que fue concebido, en soledad.

El resultado es un espectáculo en vivo “completamente diferente” y “superfiestero”, con una base de “música electrónica” y bits. El músico lo describe como una “fiesta latinoamericana, pero como con sonidos electrónicos”.

Tras el lanzamiento inicial el pasado fin de semana, Pita busca transformar sus presentaciones en plataformas de celebración colectiva, una filosofía que replicará en su show en Quito, en el próximo Trópico Live Sessions en Palenque House, este jueves 16 de octubre.

Recientemente organizó un evento en el que la música ecuatoriana fue la protagonista y abrió el micrófono a varios artistas: “Se hizo una noche de celebración de la música de todos al final”. La idea es replicar esa “fiesta de la música” en la capital.

En el futuro, Pita desea continuar esta visión colectiva a través de Sonidos Ecuatoriales, un colectivo que busca “potenciar los proyectos de los unos y los otros” e impulsar a nuevos talentos. Además, retomará sus lazos con Chile para grabar su quinto disco, siguiendo esta nueva filosofía de trabajo en red. (E)