El momento de mayor emoción en la 50.ª edición de los American Music Awards pudo ser el de Taylor Swift con su resplandeciente enterizo dorado, agradeciendo el premio a la artista del año y también el de álbum country favorito por su Red (Taylor’s Version), el que rehizo con base a la producción de 2012, después de perder los derechos a los másteres de sus seis primeros discos, debido a una transacción de su antigua casa musical.

“En los últimos tres años he hecho más música que en la década anterior. Y eso fue porque ustedes dijeron que querían escuchar la nueva música que yo hiciera. Me dieron valor. Mientras más sigo creando, tengo más felicidad. Es increíble que pueda hacer esto y que a ustedes todavía les importe”, dijo la cantante.

Y sin embargo, los tributos a dos leyendas de la música hicieron poner de pie, cantar y aplaudir a los asistentes al Teatro Microsoft de Los Ángeles. Uno fue Pink cantando Hopelessly Devoted To You, en honor a la estrella australiana Olivia Newton John.

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Aún más emotivo fue la colaboración entre Stevie Wonder y Charlie Puth, cada uno en su piano, para cantar All Night Long, de Lionel Richie (con él entre el público). Luego invitaron a Ari Lennox, Melissa Etheridge, Muni Long y Yola, entre otros. A mitad de la canción, Richie subió saltando al escenario para abrazar y besar a Stevie y a su amigo Smokey Robinson, el encargado de entregarle el Icon Award esa noche. Los fanes, sin embargo, opinaron en redes sociales que Richie mereció algo mejor, más elaborado.

“Mi carrera empezó en los AMA. Y cuarenta años después, estoy de vuelta en los AMA”, dijo Lionel Richie. Y entre los agradecimientos, incluyó a las madres de sus hijos, por mantenerlos a salvo. “Quiero hablar a las jóvenes superestrellas. Dios les ha dado una luz, que solo se le da a unos cuantos. Cuando oigan la palabra ‘hip’, significa hoy. Cuando oigan ‘inspirador’, significa para siempre. Tomen esa oportunidad de usar esa luz. Inspiren”.

Tras ese consejo del cantautor y actor, ocurrieron algunas cosas más o menos inspiradoras. El rapero Machine Gun Kelly, que llegó con un traje cubierto de grandes púas, se enojó con los detractores que divulgaron el comentario de que parecía un turista, ajeno a la gala. “Están equivocados. Soy un astronauta”. Luego añadió que sus dos últimos álbumes fueron para él el equivalente de la llegada del hombre a la Luna. Se describió como alguien “de todos los géneros”, que no ha terminado de explorar, y terminó con una exclamación que fue censurada.

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Por su parte, Kelly Rowland aprovechó sus minutos frente al micrófono para hacer una defensa de Chris Brown, cuya actuación en los AMA en homenaje a Michael Jackson fue cancelada de imprevisto. Cuando anunció que su amigo había ganado en la categoría de artista masculino de R&B, Rowland se ofendió por los abucheos entre el público, y anunció que aceptaría el premio en lugar de él. Todavía pesan sobre la reputación de Brown las varias denuncias de abuso a mujeres, entre ellas su exnovia Rihanna.

La cantante Dove Cameron usó su tiempo para recordar que cada premio que gane siempre estará dedicado a la comunidad queer, que esta semana sufrió una sacudida tras un tiroteo en un lugar de entretenimiento para personas LGBTQ en Colorado.

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Y en el duelo del favorito de los fans, que era entre el grupo británico One Direction por Story of My Life (2013) y el surcoreano BTS (Butter, 2021) fue ganado por este último, gracias a los votos de su fandom, ARMY.

Mientras tanto, Anitta, la artista femenina latina, se congratuló por el premio, por su trabajo duro y por ser la primera brasileña en ganar un trofeo en los AMA. (E)



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