Durante su presentación en el festival Wango Tango 2025, la cantante Meghan Trainor decidió cambiar una línea clave de su canción All About That Bass, el hit que la lanzó al estrellato hace ya una década.
En lugar de cantar el conocido verso original:
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“Yeah, it’s pretty clear, I ain’t no size two”, la artista entonó: “Yeah, it’s pretty clear, I got some new boobs” (tengo nuevos pechos). El auditorio respondió con gritos y carcajadas, mientras en redes sociales se encendía una serie de comentarios no tan positivos.
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Meghan Trainor grooved to all her hits during this past weekend's Wango Tango festival in Huntington Beach, California - here she is grooving to *All About That Bass* 🤩🤩🤩🤩🤩 #MeghanTrainor #WangoTango #Performance pic.twitter.com/G6b5x4OGQn
— Aaron Fernandes (@AaronRFernandes) May 12, 2025
El cambio, aunque fugaz, tocó fibras. Para algunos, Meghan había traicionado el mensaje de aceptación corporal que defendía en 2014. “Todo bien con cambiar tu cuerpo, pero la canción decía otra cosa”, escribió una usuaria en X. Otros la defendieron: “Han pasado diez años, dos hijos, un cuerpo nuevo… es su derecho contar su historia como quiera”.
this is about that one meghan trainor post that was going around btw that shit pissed me off. yes you can encourage body positivity and still change your own body to your liking, it doesn't make you a hypocrite.
— the muncher munches again 😈😈 (@theBEDstruggler) March 24, 2025
Lo cierto es que Trainor ya había hablado abiertamente de su transformación. En diciembre pasado, confesó en su pódcast que buscaba un aumento de pecho tras los embarazos: “Mis pechos eran una montaña rusa… grandes, pequeños, grandes otra vez. Están cansados. Y yo también”. Agregó que quería sentirse cómoda en su cuerpo y “tener unos que no miren al suelo”. La frase hace referencia directa al procedimiento estético que Trainor confirmó meses atrás en su pódcast Workin’ On It. En diciembre de 2024, explicó que sus pechos habían cambiado tras el nacimiento de sus dos hijos,Riley y Barry.
La conversación, claro, no terminó en el escenario. El gesto de Meghan reabrió una vieja discusión sobre el cuerpo, la fama, la autenticidad y la presión estética en la industria del entretenimiento. (E)
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