“El jazz no es solo Frank Sinatra, un coctel o un martini. Es innovador y creador”, dice Andrey Astaiza, artista y docente de música, quien junto con su esposa, Carlota López, le ha dado vida a La Cueva Jazz Bar (@lacuevajazzbar.gye), ubicado en la calle Numa Pompilio Llona, parte principal del icónico barrio Las Peñas.

“La intención es ser un lugar que abra las puertas a la creatividad. Eso es el jazz en el sentido amplio de la palabra”, mencionó Andrey luego de ser consultado sobre si el establecimiento acepta de forma exclusiva propuestas de género jazz o si están abiertos a distintos estilos musicales.

A lo largo de la historia y en los años recientes, Guayaquil ha destacado mucho por el jazz contemporáneo, al ser el puerto principal, estuvo muy actualizado en ese registro sonoro, pero la carencia de espacios para difundirlo apagó lentamente su flama. Algo que La Cueva Jazz Bar busca cambiar.

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“En lo que a música respecta, estamos ubicados en el sector más importante de la ciudad y del país. En Las Peñas rondaba Julio Jaramillo”, fueron palabras que se enfatizaron mucho durante la entrevista con este Diario.

La curaduría y programación de espectáculos es algo muy importante para el establecimiento. Los jueves hay jam sessions (sesiones de improvisación) con estudiantes de música de la ciudad, viernes y sábados son días dedicados a conciertos y encuentros de artistas.

Su padre es guayaquileño y aunque él nació en Quito, demuestra un profundo amor e interés por el movimiento cultural de la ciudad.

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“Guayaquil es música, es un puerto que está vibrando siempre y esos conceptos son importantes para nosotros”.

La música tiene la necesidad de ser escuchada. No deja de existir si no hay un público, pero en definitiva cumple un propósito si tiene un lugar en el que sea bien recibida y apreciada.

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“No se sorprendan si un día tenemos una noche de hiphop y luego una de rock progresivo. Eso sí, todo debe demostrar calidad y creatividad”.

Un sector tan representativo de la urbe porteña debe tener su propio sonido, cultivarlo y entregarlo a quienes todavía no descubren la importancia de este hecho. (E)