Aunque está disponible en plataformas de distribución digital desde febrero, el pasado domingo la artista Ilyari (@ilyari_cholandesa) presentó oficialmente en un show en el Teatro Nacional Sucre su álbum Todas mis sangres, junto con Los 4 Suyos, quienes fungen como su banda de apoyo, además de distintos invitados, como Álvaro Bermeo, Julio Andrade, Juana Guarderas, entre otros.

Compuesto por catorce canciones, con una duración aproximada de cincuenta y ocho minutos, esta producción de estudio tiene como base principal el eclecticismo, la fusión de géneros que van desde el folklore andino hasta matices de rap y, por supuesto, la búsqueda de la identidad de su compositora, quien es peruano-holandesa, pero que está radicada desde hace algunos años en Quito, capital ecuatoriana.

Este álbum tiene diversos elementos para destacar; sin embargo, algunos de los más importantes en cuanto a su sonido, sin duda alguna, son sus guitarras y percusión, que definen una suerte de autenticidad que distingue a Ilyari de otros proyectos que abordan temáticas étnicas. Pese a que al inicio puede parecer un trabajo que se va a enfocar en las raíces de una forma un tanto clásica, canciones como su homónima o Será que es amor (que lleva aires de una radionovela o una narrativa experimental) demuestran ese lado moderno con el que la artista quiere empezar a posicionarse en la música nacional independiente.

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Si bien del año apenas ha transcurrido el primer trimestre, me atrevo a decir sin temor al error que este se perfila como uno de los proyectos más ambiciosos del 2022. Todas sus sonoridades e historias hacen que se vuelva una excelente propuesta a la que vale la pena dedicarle cerca de una hora de escucha.

El arte se trata de recorrer caminos, de contar historias y de involucrarse en los procesos. Aquel que se atreve a hacerlo, no tiene asegurado el éxito, pero sí un resultado único y honesto. (O)