Firmó con Sony México en febrero, razón por la que se mudará a dicho país en agosto a continuar lo que está haciendo como productor musical. Jorge Nehme es un guayaquileño de nacimiento que lleva la música en las venas. Desde pequeño tuvo un llamado a mezclar sonidos y ritmos, y ahora trabaja con grandes artistas.

Toca la batería, guitarra, piano, bajo y hace poco aprendió a tocar la güira. “La mayoría de percusión, menos de viento; todavía no me he metido con esos instrumentos”, admite. Estudió en Berklee College of Music, en Boston, y ha estado trabajando en Ecuador los últimos dos años.

Rosalía y Frank Ocean son dos artistas con los que le gustaría colaborar. Su pasatiempo es hacer deporte, le encanta salir con sus amigos a probar nuevos platos y nuevos cocteles: “Mi hermano es chef, así que estoy traumado con la buena comida, el buen vino, el buen café. Sí me enfiesto, me gusta la fiesta full, pero siempre hay que balancearla”.

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Pharell y Puff Daddy son algunos de los productores a los que admira. En cuenta de su Instagram (@jorge_nehme) ofrece un enlace con todos los temas musicales en los que ha trabajado y que se encuentran disponibles en las plataformas de streaming. Nehme conversó con Diario EL UNIVERSO sobre aquellos logros que ha alcanzado a sus 27 años, los artistas con los que está trabajando y sus metas en la industria.

¿Qué lo llevó al mundo de la música?

No tengo un recuerdo de mi vida sin música. Nací y creo que a los 3 años ya tenía una guitarra o estaba tocando la batería. Siempre estuvo en mi vida; yo no la escogí: a mí me escogió. No me queda otra opción.

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¿Cómo empezó a interesarse en ser productor?

Yo bastante tiempo toqué, tenía mi banda, y de forma amateur no componía mucho, pero siempre estaba involucrado haciendo canciones con mis amigos y lo que más me interesaba era el tema de la grabación; yo ayudaba a mi banda a grabar. De ahí, en la universidad me metí en el tema de la producción e ingeniería, que la comencé a complementar ayudando a los artistas a componer.

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¿Quién fue su mentor?

Me gradué en el 2018, me fui a vivir a Los Ángeles, trabajé ahí en un estudio con un ingenierio de Colombia que se llama Luis Saldarriaga. En ese mismo estudio, un año antes, él había grabado el álbum de Luis Fonsi, de J Balvin y temas de Justin Bieber. Así que Luis fue mi primer mentor dentro de la industria, de cómo comportarse dentro del estudio, porque mi experiencia había sido solo en la universidad.

Luego me fui a Miami a trabajar en producción y he estado produciendo desde esa época.

¿Trabajó con Lele Pons?

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Lo de Lele es gracioso. Viviendo en Miami, produje y compuse canciones. Una de estas canciones que hice fue con Pau Pau Rodríguez, que actualmente es una artista puertorriqueña supergrande, pero en aquella época (2019) se dedicaba solo a componer. Entonces, dejamos esa canción grabada y la empezamos a mover por ahí para ver si a algún artista le interesaba.

Eso se mantuvo en pausa. Este 2023 me llama el mánager de Lele a decirme: “Oye, Lele acaba de grabar tu canción. Necesitamos que la termines de mezclar y masterizar. Te mandamos la voz de ella y ya para que salga”. Dicho y hecho, monté las voces de Lele a la canción que habíamos hecho en el 2019 y salió ahora, en febrero de 2023. La canción es la última de su disco Capitulaciones, que sacó con Guaynaa; se llama Exclusivos.

¿Qué lo inspira en el momento de componer?

La vida, todas las cosas que pasan todo el tiempo. Realmente soy un espectador de la vida; es una mezcla entre vivir y ver las cosas que pasan. Todo eso te ayuda a escribir canciones.

¿Qué música escucha en su tiempo libre y cómo definiría su estilo?

Me da por etapas. Trato yo de estar actualizado, pero cuando entro en días de mucha composición intento no escuchar música externa, para que la música me nazca a mí. Pero es muy variado. Mis listas de reproducción en Spotify se llaman “Influencias” o “Acordes que me gustan”, y solo ahí hay de todo un poco.

Sí tengo influencias de Drake, Frank Ocean..., pero también escucho Julio Jaramillo. Todo depende del momento. Sí soy bien crítico con lo que estoy escuchando; trato de darle una función. Mi música para entrenar es una, mi música para inspirarme en un artista es otra. No estoy cerrado a nada.

¿En qué proyectos está trabajando?

Un proyecto que me emociona un montón es Dicapo. Tenemos full temas por salir. Es uno de los proyectos de los que más orgulloso estoy, porque es un proyecto ecuatoriano que hemos logrado que lo firmen disqueras internacionales; está firmado actualmente con la disquera que distribuye a Duki, Nicki Nicole y Bizarrap, y está firmado el publishing con Sony México. Entonces, lograr desde la nada que un proyecto ya tenga una estructura y una empresa gigante detrás apoyándolo es supergratificante para nosotros y nos motiva a seguir avanzando.

The Change, de República Dominicana, es una de mis artistas favoritas con las que trabajo; con ella tenemos algunos temas por salir.

¿Qué opina sobre la industria musical en la actualidad?

La industria musical, como todo ente, siempre está innovando. Es un espacio para romper paradigmas; es un espacio de rebeldía donde se encuentra la voz. Entonces, siempre funciona y le va bien; tiene cada vez más difusión por el internet. Entonces, creo que es algo que nos va a unir constantemente.

De la industria musical en Ecuador, creo que hay mucho talento, pero lo que falta es el arte del negocio. Talento hay de sobra.

¿Cuál es su mayor meta en la industria de la música?

Como productor, siempre quiero que los artistas sean su versión más auténtica. Obviamente quiero metas, como premios o reconocimientos, pero más me interesa a nivel personal que los artistas sientan que yo fui alguien que los ayudó a ser ellos mismos todo el tiempo.