El 2022 ha sido un año movido para la industria del espectáculo ecuatoriana: Quito, Guayaquil y Cuenca han recibido a artistas como Bad Bunny, Zoé, Maluma, Marc Anthony, Karol G, Carlos Vives y Daddy Yankee. Luego del 2021, un año transitorio para la industria, pues recién se salía de las restricciones de aforo por la pandemia de COVID-19, el 2022 ha sido un año clave para este sector que, sin embargo, sigue enfrentándose a problemas de infraestructura debido a la falta de escenarios y dificultades al obtener permisos para la venta de alcohol. No obstante, los empresarios involucrados en la industria señalan que en el 2022 pudieron darle trabajo a mucha gente que estuvo parada debido a la pandemia.

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Infraestructura, permisos y autoridades locales

Christian del Alcázar, CEO de Top Shows, empresa productora de conciertos como Carlos Vives en Guayaquil y Quito, señala que uno de los problemas que tiene la industria en Ecuador es infraestructural. Pone como ejemplos al Teatro Sánchez Aguilar y el Teatro Centro de Arte en Guayaquil como buenos escenarios para espectáculos, aunque tengan “capacidad limitada”. Añade que la situación de infraestructura es “algo mejor, pero no del todo”, por lo cual Top Shows oferta más producciones teatrales en la capital.

“Al país le urge escenarios nuevos, que sean diseñados, construidos, hecho para espectáculos”, expresa del Alcázar. “Tenemos muy pocas alternativas, por lo cual estamos tratando de impulsar algunos proyectos para que haya nuevos locales para espectáculos”.

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La naturaleza de los escenarios disponibles también influye en la realización de los conciertos. Amir Abedrabbo, CEO de Output Shows, empresa productora de conciertos como el que dio Morat en Guayaquil este año, concuerda con del Alcázar en que la infraestructura de venues (lugar de realización de un evento) en el país es insuficiente, y añade que los lugares donde se pueden realizar conciertos generalmente fueron diseñados como escenarios deportivos, como el Estadio Olímpico Atahualpa en Quito o el Estadio Modelo Alberto Spencer en Guayaquil.

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“A nosotros los organizadores nos gustaría que haya un venue que cumpla los requisitos en cuanto al aforo para no tener que dividirlo en dos días o hacerlo en venues más grandes y que no se vea tan bien”, expresa Abedrabbo, describiendo los aspectos negativos de tener que hacer dos fechas de un mismo artista debido a las limitaciones de capacidad de la infraestructura existente, incluso si a la productora le resulta igual hacer un concierto en un lugar grande o dividirlo en dos fechas en un lugar más pequeño.

Para Rodolfo Baquerizo, presidente de Alive Productions Ecuador, los obstáculos que enfrenta la producción de conciertos, además de un problema infraestructural, también pasa por un problema organizacional por parte de las autoridades públicas locales. Pone como ejemplo el concierto de Daddy Yankee en el Estadio Modelo en Guayaquil de este año, evento organizado por su empresa.

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Baquerizo aduce que los esfuerzos de seguridad de los organizadores debieron haber sido acompañados por un “tipo de logística distinta” en la vía pública a la que existió, y que las autoridades pudieron haber cerrado más vías.

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Aunque para ese concierto la empresa de Baquerizo logró evitar el problema de duplicación de entradas que tuvieron empresas chilenas y peruanas durante la organización del concierto de Daddy Yankee en sus países, Baquerizo reconoce que hubo otros problemas, como la asistencia de aproximadamente 12.000 personas en las afueras del Estadio Modelo, que según recalca no tenían intención alguna de adquirir entradas en la reventa, sino de ingresar sin pagar por la entrada.

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Diferencias entre Quito y Guayaquil

El público ecuatoriano siempre ha tenido la percepción de que algunos conciertos llegan a Quito y no a Guayaquil por la cultura musical distinta de las dos ciudades y por un tema de las diferencias entre sus habitantes. Sin embargo, para Abedrabbo, no existe diferencia que las productoras tomen en cuenta como decisiva: “Es netamente una decisión a veces del artista, a veces del empresario. No hay ninguna regla clara que especifique que solo se hagan en Quito”. Reconoce, sin embargo, que el tipo de shows que pueden dar en Guayaquil sí difiere un poco por la “calidez de la gente”. Añade que la gente en Quito es un poco más organizada.

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Baquerizo, por su parte, señala que existe un “nivel cultural inferior” por parte del público respecto a los shows en Guayaquil, lo cual lleva a “problemas como intentar ingresar al portazo”. Reconoce, sin embargo, que esto podría cambiar si hubieran más empresarios dispuestos a invertir en la industria de eventos en Guayaquil, pues tener más conciertos acostumbraría al público a superar el “nivel cultural inferior” que describe. Toma como ejemplo su propia empresa, Alive Productions Ecuador, que en menos de un año ha traído a Guayaquil los conciertos de Rauw Alejandro, Marc Anthony y Maluma, y Daddy Yankee.

Reactivación del sector

Del Alcázar apunta que la reactivación del sector de la industria del espectáculo después de las restricciones debido a la pandemia está fluyendo normalmente. Los shows, dice, se retomaron en noviembre del 2021, luego se ajustaron las restricciones por un rebrote de COVID, y se retomaron con normalidad en marzo de este año.

Esta reactivación también significó, según del Alcázar, más trabajo para las personas involucradas en la industria: “Creo que uno de los grandes logros es que le hemos dado trabajo a mucha gente, y no solamente para el equipo que está vinculado directamente a los shows, sino a todo lo que mueve la industria del espectáculo, todo lo que mueve un concierto antes, durante y después”, expresa del Alcázar, quien añade que “quienes trabajan en esta industria han tenido más trabajo que nunca”.

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Baquerizo, por ejemplo, señala que Alive Productions Ecuador contrató a más de 400 guardias de seguridad, a cientos de personas para el equipo de montaje y desmontaje del escenario, hoteles, servicios de catering, empresas de transporte y vallas publicitarias para el concierto de Daddy Yankee en Guayaquil.

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Por parte de Output Shows, Abedrabbo expresa que los conciertos más grandes producidos por la empresa en 2022 fueron los de Sebastián Yatra en Quito y la doble fecha de Morat en Guayaquil. “Eso significa abrir un montón de plazas de trabajo de gente que en la pandemia no la tuvo tan fácil y que no estaban logrando realizar sus actividades con normalidad por la prohibición de los eventos”, subraya Abedrabbo. “Entre hoteles, proveedores, sonidos, radios y toda la infraesctructura que acompaña a un concierto, estamos empleando a más de 150 personas”, acota.

Mirando al 2023

La empresa de Abedrabbo, Output Shows, ya tiene varios conciertos confirmados para el 2023, como Fonseca, que tendrá dos fechas, el 26 y 27 de enero en Quito y Guayaquil respectivamente; el dueto Ha-Ash el 25 de febrero en Guayaquil; Alejandro Fernández el 10 de marzo en Quito; Feid el 31 de marzo y 1 de abril en Quito y Guayaquil respectivamente, y Morat el 1 y 3 de junio en Quito y Guayaquil respectivamente.

Alive Productions Ecuador tiene planeado el festival urbano ‘El Choli se muda a Guayaquil’ que originalmente se iba a realizar en diciembre de 2022, para el 11 de marzo de 2023, además del concierto de Kimberly Loaiza y JD Pantoja el 16 de junio en Guayaquil.

El 2023 promete ser otro año ocupado para las productoras de conciertos en Ecuador. “Este año que pasó, la industria por fin despegó en el Ecuador. Esperemos que así se mantenga”, expresa Baquerizo. (I)