Como parte de la gestión cultural del Museo Antropológico y Arte Contemporáneo (MAAC) se creó el club de lectura de la biblioteca de la institución. Es gratuito y abierto a todo público. El único requisito para formar parte de las actividades, señala Clara Medina, gestora cultural del museo, es estar interesado en la lectura. El grupo se reúne de forma quincenal los martes, de 15:00 a 17:00.
Lo que separa al club de lectura del MAAC de otras agrupaciones similares en la ciudad es que no se centran en autores de moda ni en la actualidad literaria. Así, el club trabaja en ciclos: el primero se llamó ‘La ciudad y el 15 de noviembre de 1922′, en el cual se leyeron y comentaron Las cruces sobre el agua, de Joaquín Gallegos Lara, y Baldomera, de Alfredo Pareja Diezcanseco. Terminaron el ciclo con un recorrido de las calles mencionadas en las novelas.
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Ahora el grupo centra sus esfuerzos alrededor de la reivindicación de la tradición literaria de cuentistas mujeres en Ecuador, tomando como referencia a autoras nacionales de los siglos XX y XXI, analizando las distintas aristas que atravesaron la escritura de cada una, el contexto social de cada época siendo esencial.
Las autoras, pioneras o no, comparten ciertos rasgos: fueron adelantadas a su época y demostraron que la mujer podía participar de la sociedad como sujeto político mediante la escritura. Estas son algunas de las escritoras ecuatorianas del siglo XX recomendadas por el club de lectura del MAAC.
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Elisa Ayala González
Fue en el siglo XX cuando la mujer ecuatoriana entra “decididamente” en la narrativa nacional, según Medina. Elisa Ayala González fue la pionera del cuento en las primeras décadas del siglo XX, mientras que Blanca Martínez de Tinajero publicó la primera novela de una autora femenina en Ecuador llamada La paz en el campo en 1940.
Ayala González nació en Guayaquil en 1879. Aspectos de su vida fueron recogidos por la escritora guarandeña Morayma Ofir Carvajal en su libro Galerías del espíritu: mujeres de mi patria: se crio en una hacienda en la provincia de Los Ríos y fomentó su amor por la literatura gracias a la extensa biblioteca de su padre, Arcadio Ayala, médico y encargado de la educación de su hija. Sus escritos fueron publicados en diversas revistas y periódicos españoles, uruguayos, chilenos, argentinos y cubanos.
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Su primer cuento, La maldición, fue publicado en una de las revistas internacionales a las cuales estaba suscrito su padre, según Carvajal. Su obra se puede encontrar en la Antología de narradoras ecuatorianas, de Miguel Donoso Pareja, y Antología básica del cuento ecuatoriano, de Eugenia Viteri, disponible en la biblioteca del MAAC.
Alicia Yánez Cossío
Considerada por Medina como la “decana de la literatura ecuatoriana”, Alicia Yánez Cossío, nacida en Quito en septiembre de 1928, fue galardonada con el Premio Único Nacional de Novela de Diario EL UNIVERSO por su obra Bruna, soroche y los tíos. Ingresó al concurso con un seudónimo masculino para evitar que la juzguen de forma distinta. En su obra, que incluye novelas, poemas y literatura infantil, indagó en temáticas como la situación de la mujer, la religiosidad, la colonización e incluso ciencia ficción en El beso y otras fricciones, obra que para Medina convierte a Yánez Cossío en una adelantada a su época.
Además de Bruna, soroche y los tíos, algunas de las otras obras de la autora incluyen Yo vendo unos ojos negros, adaptada a la televisión por el canal Ecuavisa, Más allá de las islas y La cofradía del mullo del vestido de la virgen Pipona. Su obra se puede encontrar en Cuentan las mujeres: antología de narradoras ecuatorianas, de Cecilia Ansaldo.
Liliana Miraglia
La “irrupción” de escritoras mujeres en las décadas de los 80 y 90 se debe en parte gracias a la proliferación de talleres literarios y a la creciente profesionalización de la mujer en la sociedad ecuatoriana. En específico, señala Medina, muchas autoras salieron de los talleres del Banco Central-Casa de la Cultura, dirigidos por Donoso Pareja tras su regreso a Ecuador de su estadía en México. Una de ellas fue Liliana Miraglia, autora guayaquileña.
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Miraglia, nacida en 1952, es graduada de la carrera de Literatura de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Publicó en 1989 su libro de cuentos La vida que parece, que consiste de 19 relatos. Sobre el estilo de Miraglia, las autoras Adelaida López de Martínez y Gloria Cunha-Giabbai apuntan en su libro Narradoras ecuatorianas de hoy que “hay precisión y agudeza en muchas de las descripciones de La vida que parece de Liliana Miraglia... quizás la brevedad de muchos de los cuentos se explique por la profesión de fotógrafa de la autora. En esta perspectiva, en efecto, sus textos podrían ser vistos como imágenes fotográficas instantáneas”. Su obra está en la Antología básica del cuento ecuatoriano, de Eugenia Viteri, disponible en la biblioteca del MAAC. (E)