Al escuchar la palabra independencia la asociamos con las grandes gestas libertadoras del siglo XIX, a nuestra mente vienen las imágenes de Bolívar, Sucre, San Martín y más nombres de líderes destacados de las campañas militares, nos imaginamos las grandes batallas que llevaron a la derrota al imperio español, uno de los más poderosos de esos años, pero no nos imaginamos a los héroes que no están escritos con letras en alto relieve, o los combates pequeños que fueron realizados por las fuerzas irregulares o simplemente las guerrillas.

Gabriel Fandiño, artista gráfico de 42 años de edad.

En esta entrevista con el historiador guayaquileño Gabriel Fandiño abordamos a unos personajes que se destacaron como líderes de este tipo de guerra y que la historia no los recoge en su real dimensión. Fandiño presenta este miércoles, a las 11:00, en el auditorio de la Alcaldía de Alausí su libro Coronel José Antonio Pontón, Comandante de Guerrillas en la Independencia. La historia del insurgente de Alausí y las guerrillas de Sucre en la Campaña Libertadora de Quito (1821-1822).

P. José Antonio Pontón, el personaje central de tu libro, es uno de esos personajes olvidados. ¿Cuales fueron los pasos que seguiste para sacarlo del olvido?

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R. Me encontré con su historia por casualidad, cuando investigaba en los documentos del mariscal Sucre sobre otro personaje algo olvidado de nuestra independencia como lo es el coronel Cayetano Cestari. Me llamó la atención el tipo de comunicación directa que Pontón mantenía con Sucre, objetiva y franca, hablando de asuntos militares, incursiones o espionaje durante la campaña ecuatoriana de 1821-1822. Me propuse entonces estudiar más a fondo su figura.

En el libro se recoge la historia de José Antonio Pontón y otros combatientes que han sido invisibilizados por la historia.

La lucha guerrillera impulsada por Pontón es una faceta poco conocida de las guerras de independencia, especialmente en Ecuador. Pero en países como Colombia, Perú, Venezuela y México se la ha estudiado mucho. ¿A que se debe el poco estudio de este tema en la historia ecuatoriana?

El aspecto militar de la campaña de liberación de Quito en 1821-1822 siempre ha estado supeditada al relato de los grandes héroes (Sucre, Bolívar, etc.), a la información proporcionada por los “boletines de campaña” o a la narrativa grandilocuente de las grandes batallas. Sin embargo, es por fuera de esos boletines, y entre batallas, que estos grupos insurgentes dejaron su huella. En los últimos años la fascinante vida de estos guerrilleros, personajes ubicados en los márgenes de la historiografía de la independencia, ha empezado a atraer la atención de un creciente número de entusiastas de la historia militar.

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¿Tuviste dificultades al indagar en los archivos sobre el personaje, había suficiente información?

Para el estudio de José Antonio Pontón, y en general sobre las guerrillas de la independencia ecuatoriana, es necesario aplicar la “Microhistoria”, es decir, ajustar el objetivo de búsqueda desde lo macro hacia los márgenes de la historia. No es información contenida en libros: es necesario volver a los archivos, recopilar datos dispersos en fuentes originales y de ahí estructurarlos. Dediqué los últimos diez años a esta investigación, utilizando documentos de archivos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Italia. Desde hace 80 años existe en Venezuela, en su Archivo General de la Nación, un importante repositorio documental con información relevante sobre la independencia ecuatoriana, las guerrillas y sobre el mismo Pontón. Desconozco por qué esa fuente de datos ha sido ignorada por nuestra historiografía.

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Ilustración de José Antonio Pontón.

¿Tú crees que estas guerrillas jugaron un papel de importancia en las campañas libertadoras?

Fueron importantes, y de ahí mi sorpresa al querer indagar más y descubrir que no existía casi ninguna obra en el país que tratara el tema de manera amplia. Entonces emprendí esta investigación por mi cuenta, con el único afán de aprender, pero al concluirla sentí que tenía una historia relevante que todos los ecuatorianos deberían conocer. Entre otras cosas, como resultado de mi investigación, aprendí que estas guerrillas llevaron el peso de los combates en la Sierra durante la organización del ejército libertador en la Costa. También que proporcionaron el espionaje necesario para las operaciones, y que fueron los responsables de encender el entusiasmo popular en las zonas por donde habrían de marchar las tropas libertadoras.

Los líderes de estas guerrillas (uno de ellos José Antonio Pontón) eran expertos en tácticas no convencionales de guerra: desinformación militar, sabotaje, guerra psicológica, espionaje, etc. En fin, dominaban los aspectos más interesantes del arte de la guerra, aspectos en los que no se imponen tanto las armas sino la astucia, el engaño y la estrategia.

¿Qué características tenían estas guerrillas en nuestro territorio?

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Estos grupos insurgentes hallaron en la irregular geografía andina el sitio ideal para su guerra de guerrillas. Mientras que los grandes ejércitos necesitaban de campos de batalla amplios y relativamente regulares para batirse, los guerrilleros se adaptaban a cualquier accidente geográfico (desfiladeros estrechos, la espesura de los montes, etc.) para acechar en pequeños grupos y atacar por sorpresa los convoyes realistas, las guarniciones enemigas aisladas o para interceptar sus suministros y correos. Las guerrillas más grandes (las de Angamarca y las de Alausí) tuvieron el apoyo del pueblo llano, y adquirieron un aura heroica que empujaba a agricultores, esclavos y hasta sacerdotes a unírseles. Un cura guerrillero, el cuencano Manuel José de Ortiz, fue el más notable reclutador de combatientes para las guerrillas.

El personaje de José Antonio Pontón destaca en tu obra por haberse mantenido activo en su lucha contra las tropas españolas a pesar de la derrota militar de las fuerzas quiteñas en 1812. ¿Cómo pudo este militar mantener viva la resistencia durante casi 13 años?

La participación guerrillera de Pontón en la revolución quiteña y en las batallas del Estado de Quito fue apasionada. No le tembló la mano a la hora de firmar polémicas sentencias de muerte contra quienes traicionaban la revolución. Tras la derrota de 1812 llevó su guerra insurgente a la selva esmeraldeña, siendo uno de los primeros blancos en amotinar a esclavos negros y organizarlos en guerrillas contra la corona.

Pero cuando los realistas recuperaron el control de la Audiencia, Pontón fue capturado y llevado al tribunal. Ante los jueces el alauseño desplegó el arte del disimulo y persuasión, y los convenció de que no era tan peligroso como lo pintaban (también pesó el hecho que fuera hijo de una familia de linaje, acaudalada, de las más notables de la Sierra). En un giro casi novelesco de su situación logró eludir el castigo de muerte, y esperó pacientemente durante años, en la oscuridad, hasta 1820, cuando en Guayaquil se volvió a agitar la bandera independentista. En aquel momento Pontón fue uno de los poquísimos combatientes de la primera hora de la revolución quiteña que regresó al servicio operativo, organizando la guerrilla más grande del Austro en 1821.

Ilustración de Cayetano Cestari.

En tu libro se logra visibilizar la guerra de guerrillas como parte de la estrategia militar de Sucre en estas tierras, pero hay otros sectores de la sociedad de la época que están invisibilizados, como el caso de las mujeres y su participación en las guerras de independencia, ¿pudiste descubrir algo sobre esa participación?

Estos guerrilleros en territorio ecuatoriano intercambiaron cartas con Sucre en las que se habla de mujeres que desempeñan labores de espionaje. Estas espías se internaban en territorio enemigo de la Sierra, posiblemente disimuladas como comerciantes, y volvían a la base republicana de Babahoyo, trayendo datos sobre el número de tropas, movimientos enemigos, etc. Lamentablemente sus nombres no son mencionados en estos documentos, seguramente para resguardar su identidad y no comprometerlas ante un eventual decomiso de la correspondencia por parte del enemigo.

¿Cuándo esperas sacar tu libro sobre José Antonio Pontón y el de Cayetano Cestari que escribiste junto a Necker Franco?

Ambos libros están 100% listos para su publicación. El de Pontón es auspiciado por el Instituto de Investigaciones Históricas de Alausí, impulsado por su director Galo García Idrovo, y será lanzado en noviembre del año en curso (este mes). El de Cestari lo será a finales de este o principios del 2022, estamos buscando patrocinadores. Aunque son libros físicamente separados, en realidad forman una unidad en su contenido, y se complementan el uno al otro, por lo que hemos considerado la opción futura de ofrecerlos al público dentro de una caja contenedora. La publicación de ambas obras antes del bicentenario de la Batalla del Pichincha es necesaria para que puedan entrar con tiempo al debate historiográfico sobre esta importante conmemoración. (I)