Su título hace alusión a Carta de los ciegos para uso de los que ven, del filósofo Denis Diderot, en el que se habla de dos tipos de ciegos; uno de nacimiento y otro por accidente. Una temática que también plantea el artista y poeta Wladimir Zambrano en su libro Carta de los muertos para uso de los vivos, una colección de 18 poemas que nacieron en el pico más alto de la pandemia en el 2020.
“Carta de los muertos para uso de los vivos reconoce dos tipos de muertos, aquellos que han sido borrados físicamente de la realidad y aquellos que han sido borrado simbólicamente de la historia en los últimos meses”, afirma Zambrano.
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“El texto examina la cuestión pandémica desde varios puntos de vista que me ha tocado vivir, situaciones que nos permitieron estar cerca de alguna forma de la vida de los muertos, en donde no había una frontera real”, agrega.
Su obra se la dedica a su abuela Olga, quien cuenta partió en el momento más álgido de la pandemia. “Este es otro aspecto que trata el libro la vulneración en la que nos quedamos todos, de lo vulnerable que son nuestros derechos, de lo vulnerable que son los afectos, de lo vulnerable que son los humanos”, menciona el guayaquileño.
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En medio del dolor, el encierro y el no poder despedir a su abuela, Zambrano decidió “exorcizar” todos esos sentimientos mediante la escritura, y desde marzo comenzó a darle forma a este poemario. “Esta sensación de imposibilidad, esta sensación de impotencia es la que me lleva a comenzar a trabajar estos poemas, basado en la premisa de siempre: que la poesía todo lo puede...”, dice.
Los textos plasmados en el libro de Zambrano abarcan diferentes puntos de la pandemia. “Hay momentos en los que estoy yo, hay momentos en los que está otra persona, hay momentos en los que entran los medios de comunicación, hay momentos en que entran los filósofos”, sostiene.
Es así como sus textos recuerdan a los lectores detalles que ahora son parte del día a día: las mascarillas, el gel antibacterial, el termómetro, la angustia, las bombas de noticias malas y más.
“Wladimir Zambrano ha escrito una visión trémula y alucinada en tiempos de pandemia, exponiendo claras fisuras entre un discurso político y la condición humana”, sostiene en su prólogo el escritor Ernesto Carrión.
“La poesía es siempre un juego en el que uno lo arriesga todo (...) para mí la poesía siempre ha cumplido un rol fundamental en mi vida, un compromiso, con el que tengo yo que cumplir. Si yo no pudiera escribir me moriría, es una forma de exorcizarme a mí mismo”, confiesa Zambrano.
Carta de los muertos para uso de los vivos, se encuentra disponible en Librería Española y Casa Morada. (I)