Dinamarca celebra desde este lunes a su escritor más universal, Hans Christian Andersen, cuando se cumplen 150 años de la muerte del popular autor de decenas de cuentos que han encandilado a millones de personas de varias generaciones en todo el mundo.

Las campanas de decenas de iglesias danesas repicaron esta mañana a las 11:04, hora de la muerte del escritor, melodías inspiradas en sus obras, anunciando el inicio de un programa bautizado “Andersen forever”, que gira en torno a su figura literaria y con Odense, su ciudad natal, como centro de las principales actividades.

Exposiciones, obras de teatro, instalaciones, seminarios y debates sobre cuestiones existenciales planteadas en sus libros destacan en un programa que incluye medio centenar de actividades y que se prolongará hasta el próximo otoño.

Publicidad

La casa de Hans Christian Andersen, un museo interactivo diseñado por el arquitecto japonés Kengo Kuma e inaugurado hace cuatro años, acoge hoy la apertura oficial, con una exposición sobre temas como la vida, la muerte y la memoria en la obra del artista, mientras sus jardines adyacentes serán el escenario de una performance bautizada “Flores del Recuerdo”.

El festival de cine de Odense estrenará un corto sobre La sombra, una de las obras más conocidas del autor y que inspirará también un drama sonoro en el teatro local.

La modestia del programa contrasta con el elaborado en 2005 con ocasión del bicentenario de su nacimiento y que incluyó desde conciertos, a un macroespectáculo televisivo y la elección de famosos de todo el mundo como “embajadores” para extender el nombre del autor y atraer más turismo a Dinamarca.

Publicidad

No faltaron polémicas como la contratación de la cantante estadounidense Tina Turner, que cobró 800.000 euros por interpretar dos temas pregrabados en una gala mastodóntica y sin hilo argumental definido, lo que provocó la dimisión del presidente de la fundación y entonces alcalde de Odense, Anker Boye.

El año Andersen finalizó entonces con un déficit millonario, entre las críticas masivas por un programa en el que el peso de la obra del escritor quedó reducido al mínimo.

Publicidad

Pocos autores han logrado la difusión de Andersen, traducido a cerca de 150 idiomas y que mantiene su capacidad para atraer a niños, pero también a adultos, sin que el paso del tiempo parezca afectar a su vigencia.

Una de las claves de su universalidad es su condición de ser el primero que dio voz propia a los más pequeños y escribió sobre cómo los adultos deben aprender a ser niños de nuevo.

La humanidad de sus personajes, su predilección por los golpeados por la sociedad o cómo plantea cuestiones existenciales en cuentos aparentemente infantiles son algunos de los principales méritos reconocidos al autor de cuentos como La sirenita, El soldado de plomo y El patito feo.

Aunque hace muchos años que Andersen goza de la condición de autor nacional de Dinamarca, le costó ser reconocido en su país, y solo cuando ya había alcanzado un enorme éxito en Inglaterra y Estados Unidos se le trató como una celebridad. (F)

Publicidad