Gladys Guevara celebró 50 años de la mejor manera: con sus allegados más cercanos asistió este domingo al concierto de Shakira, quien a día seguido se presentó en el estadio Olímpico Atahualpa.

Ella llegó desde Babahoyo a Quito donde se juntaron otros doce familiares de Cuenca, Ibarra, Guayaquil. La mujer llegó el pasado viernes y está alojada con familiares y se juntaron por su artista preferida. Destacó el clima y la organización. Una vez que el show termine volverá a su ciudad natal. Por la localidad en cancha cada uno pagó $ 180.

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Shakira une a generaciones de amigos y familiares en sus conciertos en Quito Foto: Alfredo Cárdenas

Una peluca lila en la cabeza representaba la admiración que Vilma Vargas tiene de Shakira. Junto a tres integrantes de su familia arribaron desde Galápagos para no perderse el espectáculo musical. Señaló que estaban muy emocionados porque era la primera vez que asistían a un show de ella. Juntos alquilaron una casa en Cumbayá.

“Es una chica que siempre vino desde abajo, las mujeres somos valientes, emprendedoras sabemos luchar ante las adversidades de la vida”, opinó sobre Shakira y el mensaje de la cantante.

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Ocho familiares, incluida una niña, y cuatro amigos, se unieron para asistir al primer concierto de la cantante colombiana Shakira que se realizó el sábado, 8 de noviembre.

Adriana, una de las personas que fue al show, contó que fue un verdadero espectáculo y consideró que es el mejor al que ha asistido.

Resaltó la puesta en escena, los videos proyectados, la vestimenta, los bailes, el escenario, los fuegos artificiales.

Señaló conocer su amplia trayectoria musical, pero querían ir en un ambiente familiar.

Su sobrina, de ocho años, Maite, llegó desde El Carmen, Manabí junto a sus padres, a quien le encanta la artista. “Fuimos también para que ella pueda vivir esta experiencia de verla cerca, la que más disfrutó, estaba impactada viendo todo, era verle su carita de asombro”, dijo.

Agregó que le llamó la atención como la fanaticada resaltaba la indumentaria de sus momentos artísticos.

El ingreso fue expedito y no hubo inconvenientes para entrar. Contó que fue a un concierto de un cantante extranjero e ingresar le llevó demasiado tiempo por las largas filas que hubo debido a que en esa ocasión llovió.

Mencionó que el grupo demoró alrededor de 30 minutos y ya estuvieron en sus asientos, en preferencia, localidad que les costó $ 104.

Para llegar al estadio Atahualpa fueron en vehículo particular a cuatro cuadras en un parqueadero público.

Le pareció mal que el show haya empezado una hora después del inicio anunciado, aproximadamente a las 21:30, por que estaban preocupados por la posibilidad de lluvia y debido a que la noche estaba fría. (I)