Todo empezó como un juego para Raúl Adatti, de 35 años. Desde muy temprana edad estuvo en la búsqueda de ese camino que al final lo llevó a convertirse en lo que es en la actualidad mago e ilusionista, aunque antes de llegar a ello en la universidad estudió dos carreras Economía y Marketing.

Trabajó en el departamento de Marketing en una empresa, pero luego renunció, porque le gustaba más la magia y empezó a laborar en ello con los contratos que surgían y en ese sentido la magia está tomando más espacio en la vida de Adatti, ya no solo como gusto sino como profesión.

Empezó a interesarse en la magia a los 18-19 años y luego de haberse graduado de la universidad ya hacía juegos. “Entendí que puede ser una oportunidad profesional porque había contratos, me pagaban bien y cada vez más cogía fuerza, y aparte me gustaba hacer lo que hago”, explica.

Publicidad

Según Adatti, para su preparación en la magia tuvo profesores nacionales e internacionales. “La magia no es que entra a la escuela y aprende, sería hermoso que así sea, pero no lo es, es como algo mucho más de nicho, más cerrado. Entré a un club de magia, empecé a conocer acá, aquí tuve la oportunidad de estudiar con ese profesor (Andrés Castro, el mago Magnalucius) y de ahí me di cuenta que tenía que salir aprender en otros países”, señala.

“Iba a congresos, iba a festivales de magia en Argentina, Colombia, Brasil, en todos lados y aprendí ahí con maestros, tomaba talleres y después tuve la oportunidad de viajar a Barcelona, España, y tuve la oportunidad de estudiar con una eminencia de la magia que se llama Gabi Pareras, él falleció hace dos años más o menos. Él era un ícono de la magia de cerca”, agrega.

El quiteño también estudió en Argentina con el mago Daba, luego fue a Estados Unidos, en donde ganó un premio y retornó a Ecuador en el 2018, luego de estar cinco años afuera.

Publicidad

Foto: Cortesía

Ha participado en festivales nacionales e internacionales, lo cual, según Adatti, reafirman lo que hace. “De las locuras que se hace, porque imagínese a alguien que tiene una carrera y tiene la decisión tomada y sabe que lo lógico es seguir trabajando, y de pronto decir me dedico al arte es como una locura y a este arte tan chiquito y tan poco explorado...”, señala.

En el 2012 participó en el Festival Bicéfalo Magia de Dos Países en Bogotá; el 2013 en el The Illusionists Tour en Quito; ese mismo año en el Festival de Magia Daytona Beach, en Estados Unidos. Además, en el 2014 estuvo en la Convención Nacional de Magos en Oz, en Sao Paulo, Brasil; y en el 2016 en el Festival Magia Jr. en Barcelona, España.

Publicidad

En el 2018 consiguió el segundo premio en magia del escenario en Sam Convention, en Miami, Estados Unidos.

Anhela que en Ecuador se realicen actividades relacionadas con la magia. Recuerda que en el 2019 hizo un festival que se denominó ‘Tierra de magos’. “Es el festival más grande que ha pasado en Ecuador de magia, en donde trajimos los siete actos más premiados del mundo, magos increíbles, de España, de Corea del Sur, de Argentina, de Colombia. Fue un festival muy grande, entonces también eso es como que te va reafirmando para mí fue ese otro premio, poder seguir trayendo magia a este país y este arte tan bonito que en otros lugares es tan conocido y común, acá todavía no tanto”, asegura.

Cree que hay una especie de estereotipo hacia la magia en el sector infantil. “Ahí hay un gran mercado de magos que están enfocados en la parte infantil y, ojo, no es por quitarles mérito, es un trabajo muy difícil, manejar niños en la magia es superduro, porque son superpilas, pero la magia como la música tiene un montón de ramas...”, explica.

En ese sentido, comenta que es importante realzar esas especialidades, que el mago no se encasille únicamente en el mago infantil, porque también hay magos corporativos, teatrales. “Entender que el mago viene desde una figura de información muy grande a través de la historia del ser humano, volver a recuperar para darle relevancia no solo en la sociedad sino también en el mundo artístico”, apunta.

Publicidad

De acuerdo con el mago, hay muchas especialidades en la magia, teatral, argumentada, de cerca, close up (con cartas, monedas), cartomagia, así como la magia en escenarios y la infantil. “Dependiendo el enfoque que usted quiera, las formas de comunicación son totalmente diferentes y también las herramientas que uno utiliza, tanto instrumentos como la forma en la que uno interactúa con esos instrumentos, entonces sí hay mucha diferencia entre por decirle el mentalismo que pretende utilizar la mente, el conocimiento, la lectura y por decirlo la magia escenario o la manipulación que está más enfocado en la habilidad...”, apunta

Agrega que la infantil es la que más se practica en Ecuador. “Precisamente por este mito, y que está muy bien, no es que es una crítica, en lo absoluto, pero está muy metida en las fiestas infantiles el mago para tus hijos, para tus sobrinos, entonces yo creo que esa es la figura y lo que yo pretendo desmitificar. Personalmente no hago magia infantil y me enfoco más en otras formas, en la magia corporativa, en donde yo pretendo crear un mensaje, trabajo un concepto para las compañías...”, relata.

Aclara que no le gusta el empleo de la palabra truco para referirse a los juegos que se realizan durante una presentación. “No me gusta la palabra truco, eso implica un engaño, y lo último que vamos a hacer nosotros es tratar de engañar sino más bien tratar de jugar, que la gente entre en un código de juego, como el teatro, como cualquier arte escénica... Eso es un poco la parte artística de la magia, entonces por ahí yo no me siento tan cómodo con la palabra truco, puede ser un juego, un momento, una experiencia, etc.”, señala.

Presentación de obra

Actualmente está presentando la obra Cantina, en la cual se explora la magia desde el teatro en el centro comercial CCI, en Quito. “Es una obra que tiene magia, circo, movimiento, danza”, señala.

Las funciones, que se extenderán hasta el 17 de abril, son los viernes y sábados a las 20:00, mientras que los domingos, a las 18:00. Costo de las entradas: entre 20 y 26 dólares. (I)