Britney Spears tuvo su momento. Ella fue una de las artistas pop más poderosas de principios de siglo, tanto que la reina del pop Madonna la nombró a ella como su sucesora, pero eso no pasó. ¿Los motivos? Spears o la “princesa del pop” cayó en una vorágine de la que le ha sido difícil salir. Ella tuvo todo lo que una estrella de la música sueña: fama y dinero, pero sus altibajos debido a malas decisiones la hicieron “perderse” incluso en el plano personal. La vida de Spears se agitó en 2004 cuando se casó con Kevin Federline; en 2007, cuando se divorció de él, en ese mismo año perdió la custodia de sus dos hijos en común y, muy especialmente, en 2008. En 2006 los paparazzi la fotografiaron conduciendo con su hijo, en ese entonces apenas un bebé, sentado sobre las piernas en lugar de una silla para niños. En 2007, entró a una peluquería y se rapó.