La elección del vestido en tono rojo para la boda no fue por casualidad para la parlamentaria andina Cristina Reyes, según la diseñadora guayaquileña Karla González, quien lo confeccionó.

“Desde el inicio me dijo que quería rojo porque quería inspirarse en este tipo de bodas orientales, en esos países el casarse de rojo simboliza pasión, amor. Entonces ella quería que ese día con su vestimenta transmitir eso y obviamente la forma de hacerlo era poniendo el rojo en su traje de novia”, comenta González, de 43 años, a este Diario.

Al inicio estaba previsto que el diseño sea sencillo, sin embargo, luego de una conversación que mantuvieron decidieron hacer unos cambios y agregar detalles que la iban a hacer lucir más imponente, aparte de su belleza, su estatura, su figura. “Yo le consulté, ¿después de esta boda civil va a existir alguna boda religiosa? Es algo que yo siempre consulto, por qué lo consulto, porque les digo a mis novias, en este caso a ella, estas son las fotos que van a quedar así... Ella me supo decir que la boda religiosa iba a ser algo muy íntimo, en un lugar muy privado... Entonces le dije: ‘bueno es el momento en esta boda de demostrar ante el ojo público... que tú eres la novia’...”, explica.

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“Tal parece que ella pidió a los invitados que vayan a la boda con colores suaves, creo que eso era código de etiqueta. Entonces yo le dije: ‘con más razón, cuando alguien se pare a tu lado, tú no puedes parecer un invitado más, tú tienes que ser y parecer la novia en todo momento’”, agrega.

Reyes se casó el sábado 19 de febrero con el empresario Patrick Mittaz, en Manta.

La diseñadora, que en marzo cumplirá 23 años de trayectoria, comenta que “ella no quería llevar velo”, prenda que caracteriza a una novia. “Le dije: ‘ok, si no vamos a usar velo, qué te parece si aplicamos un detalle estilo romano con tul italiano de tres metros de largo, es un tul que es un transparente en el mismo color rojo y le ponemos detalles el borde de abajo para que le dé un peso y textura a tu cola’, que vendría a ser a la cola del velo por decirlo así, le encantó la idea...”, dice González, quien en un inicio estudiaba Administración de empresas, sin embargo su pasión por la moda, hizo que dejara la carrera y apostara por la moda.

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Fueron tres diseños distintos en un solo vestido y exclusivamente para Reyes. “Decidimos bocetear y ponerla una capa cola, que sale desde la cintura, desde los costados hacia atrás, que es desmontable, entonces en el momento en el que ella quería estar más cómoda, sacaba su capa de los hombros, se la retiraba, se sacaba su falda desmontable que tenía dos metros de largo... Al korsett que era parte del vestido final le pusimos cristales de swarovski (en tonos rojos), que también aplicamos en unas partes sobre los hombros que caían en el tul italiano del tipo velo...”, señala.

Reyes tuvo la opción de retirarse la capa y quedarse con su vestido strapless y/o ponerse las mangas Off Shoulders desmontables, para que haya esa transformación y ella decidía si deseaba exhibir los brazos o si quería dar ese toque de sensualidad y transparencia, puesto que las mangas eran de tul piel que tenían cristales de swarovski de los mismos tonos de la blusa.

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Vestido de novia de Cristina Reyes. (Cortesía de @dogma.ds)

La tela de tul bordada fue importada exclusivamente para Reyes y varias partes del vestido fueron trabajadas a mano y el color que primó fue el rojo. “Esta tela tenía bordado e hilos de oro, pero en color rojo, que son hilo reflectivo o hilo satinado. También tenía hilos mate y lentejuelas superchiquitas en color rojo. Todos estos rojos de esta tela eran rojo en degradé, no era el mismo rojo todo, entonces esto nos permitió jugar con los tonos de rojo que íbamos a utilizar tanto en el tul como en la tela que se utilizaría en la falda. Adicionales a los cristales de swarovski que se los pusieron a mano, uno por uno, y pues todo lo que es la blusa fue bordada a mano y en la falda sí aplicamos toda la tela de tul que viene bordada, la aplicamos completa en su falda desmontable y lo que también se bordó a mano fue el borde de la capa velo en su parte inferior, se recortaron los apliques de bordado y se los aplicaron a mano en su velo, así como en el korsett”, comenta.

Tres tonalidades de rojo se usaron: sangre, escarlata y vino. Se emplearon en total 488 cristales de swarovski, 244 cristales de rojo sangre y 244 de rojo escarlata.

Cristina Reyes, la parlamentaria andina, se casará de rojo este fin de semana en Manabí

Para el desmontaje de la falda, González explica que son materiales que los importa y son los mismos que usan en la casa de alta costura Ralph & Russo; los diseñadores de moda Michael Costello, Michael Cinco y Bertha. “Son materiales transparentes, invisibles, que están tapados con la misma tela, de tal forma que cuando uno embona la tela, la falda desmontable con el vestido, usted lo saca, en el vestido no se ve nada”, explica.

En cuanto a las pruebas hubo dos, la primera fue con la base y en la segunda se hicieron los ajustes. Aunque faltó una tercera, por los múltiples compromisos de Reyes no se pudo, pero la experiencia de la diseñadora hizo que el traje quedara a medida, porque incluso la novia le notificó que había bajado de peso y debió ajustarlo. A la persona que llevó el traje le pidió que le avisara cuando ya lo tuviera puesto el vestido la novia. “El día sábado como a las 13:00, me dijo: ‘Karla te felicito, el vestido le quedó perfecto’”, dice. Sin embargo aún estaba incrédula, porque para “los hombres todo le queda lindo a la mujer”, cuenta entre risas, pero confirmó cuando ya vio los videos que le enviaron.

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Cristina Reyes luciendo su vestido de novia. Foto: Cortesía

Como una anécdota la diseñadora cuenta que cuando reservaron la cita no lo hicieron con el nombre de Reyes, sino con el de otra persona, y fue una sorpresa cuando tuvieron la primera reunión cuando vio a su clienta. “Me puso muy contenta porque me dijo: ‘estoy aquí porque me han hablado maravillas de ti, he seguido todo lo que has hecho y quiero poner en tus manos, (uno de los momentos más importantes) de mi vida”, cuenta, y agrega que la contactaron aproximadamente hace unos seis meses. Es la primera vez que confecciona para la parlamentaria andina.

“De ahí nos demoramos un mes y medio en traer la tela... Como ella me habló del rojo, lo que hicimos fue mandar hacer tres prototipos de tela diferentes en tres diferentes tipos de rojos, con tres diferentes diseños. Una vez que llegó, ella vino para personalmente ver la tela y elegir qué color y qué diseño de los que se había mandado a fabricar le gustaba más, para de esa manera mandar a fabricar la cantidad correspondiente para el diseño que ya habíamos decidido”, indica.

González desde hace 18 años importa todos los materiales para los vestidos, telas, cierres, cristales, detalles y accesorios. Y hace aproximadamente 15 es contactada por personas del medio y la primera novia a la que vistió fue la periodista Ruth del Salto, quien lució un vestido ivory con canutillos rojos.

También ha vestido a Adriana Sánchez, Carolina Jaume, Gaby Guzmán, Paola Farías, Alejandra Jaramillo, Wendy Vera, Cynthia Viteri y a una de sus hijas, Luzmila Nicolalde, Fátima Gavica, esposa del pianista argentino Rául di Blasio, entre otros. (I)