Una tregua por su familia. El domingo 29 de enero, Shakira y su expareja, Gerard Piqué, hicieron una pausa en la guerra mediática que mantienen tras su separación para que el exfutbolista pudiera pasar un agradable momento junto a sus hijos y celebrar el cumpleaños del menor, Sasha Piqué, quien ya cumplió 8.
Según reportaron varios medios españoles, quienes siguen cada paso de los exenamorados, Piqué llegó en su auto hasta la residencia de la cantante colombiana, ubicada en una urbanización de Esplugues de Llobregat (Barcelona), para recoger a sus hijos, aunque nunca entró a la vivienda.
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Fueron sus hijos quienes salieron a su encuentro. El primero en salir de la vivienda fue Milan, quien hace una semana celebró su décimos cumpleaños, y se sentó en la parte delantera del auto junto a su padre. Sasha, el cumpleañero, ocupó la parte trasera del auto.
Así, al menos por una tarde, quedaron atrás las disputas entre la cantante colombiana y el atleta, luego de que ella lanzara una exitosa canción junto al DJ argentino Bizarrap, con detalles muy claros sobre su fallida relación, e incluso, refiriéndose a la nueva pareja del padre de sus hijos, Clara Chía.
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Hace pocos días, el exfutbolista también oficializó su relación con Clara Chía con la primera fotografía oficial juntos en su cuenta de Instagram.
Asimismo, los paparazzi observaron la llegada de los otros preparativos para la fiesta al atardecer en casa. Mientras que Piqué llevo a sus hijos a un almuerzo privado con sus abuelos, Montserrat Bernabéu y Joan Piqué. Y, una vez terminado ese encuentro, Piqué regresó con Milan y Sasha para dejarlo en casa de Shakira.
Otros reportes recogen además, el momento en que Piqué le limpia el rostro a uno de sus hijos al hablar en su automóvil, lo que indicaría que el menor estuvo llorando.