Una princesa en Estados Unidos. Diana de Gales muy probablemente se habría instalado en tierras estadounidenses, para alejarse del acoso de la prensa británica y poner a buen recaudo a sus hijos Guillermo y Enrique, aunque esto no implicaba llevárselos con ella.

Lee Sansum _quien fue guardaespaldas de la reina de corazones y de los hijos de ella cuando estaban de vacaciones en St. Tropez, en julio de 1997_, asegura en su libro Protecting Diana: A Bodyguard’s Story que Lady Di planeaba vivir en EE. UU. con el empresario egipcio Dodi Al-Fayed.

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“La prensa era la ruina de su vida en todas partes, no solo en St. Tropez”, escribe Sansum. “Y ella me dijo: ‘No hay nada que pueda hacer en el Reino Unido. Los periódicos allí me atacan sin importar lo que haga’. Luego me dijo: ‘Quiero irme a EE. UU. y vivir allí para poder alejarme de todo. Al menos en EE. UU. les gusto y me dejarán en paz’”.

Sansum, un excontratista militar privado, asegura que le consultó a Diana si sus hijos, entonces adolescentes, irían con ella. Él escribe que la princesa explicó que nunca se le permitiría llevárselos y que, si se mudaba, “probablemente solo pueda verlos en sus vacaciones escolares”. En todo caso, considera que al parecer Diana pudo haber visto el dejar a sus hijos como un sacrificio que finalmente los salvaría.

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“Se notaba que Diana era una madre maravillosa, muy cariñosa y atenta con sus dos hijos, pero parecía que tendría que dejarlos a ambos en el Reino Unido para escapar de la prensa, que la perseguía sin descanso todos los días de su vida“, indica Sansum. “También fue para liberarlos de toda la atención que recibían cuando ella estaba con ellos”.

Finalmente, unos días después de las vacaciones, Diana, molesta porque la prensa estaba causando trabajo adicional para su equipo de seguridad, de repente anunció que iba a decirle a los medios de comunicación que estaba al acecho, de que se iba del Reino Unido para siempre. En todo caso, al final nunca comentó nada al respecto.

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Sansum en su libro también rechaza los comentarios sobre que supuestamente la princesa estaba mentalmente inestable. “Te puedo decir que pasé diez días cerca de ella y era una de las personas más equilibradas que he conocido”, escribe. “Diana no estaba excesivamente enojada o fuera de control. Era normal”.

Al excontratista militar privado no se le asignó el cuidado de la pareja en París, a fines de agosto de 1997. Por casualidad se designó a Trevor Rees-Jones, amigo de Sansum, para la protección de Diana y su pareja la trágica noche del 30 y madrugada del 31 de agosto de hace 25 años.

La noche trágica en París

Diana y Dodi llegaron a París en la tarde del 30 y cenaron esa noche en el hotel Ritz, propiedad de Mohamed Al-Fayed, padre del empresario egipcio. Intentaron salir discretamente en un Mercedes por una puerta trasera poco después de medianoche.

Perseguido por paparazis en moto, el auto chocó a gran velocidad contra una columna en un paso subterráneo cerca del puente del Alma, en la orilla norte del río Sena, opuesto a la torre Eiffel.

Dodi y su chófer, que presentaba un alto nivel de alcohol en la sangre, murieron al instante. Trevor Rees-Jones, el único que llevaba puesto el cinturón de seguridad, quedó gravemente herido.

Los socorristas lograron sacar a Diana con vida de la deformada carrocería del Mercedes. La princesa aun estaba consciente e incluso preguntó qué había pasado.

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Posteriormente Lady Di fue trasladada al hospital Pitie-Salpetriere donde, después de dos horas de operaciones quirúrgicas, murió a las 04:00. (E)