Andrés Arévalo, un productor de videos colombiano, habló de su experiencia con la muerte con Esteban Cruz en su espacio en Youtube HISTORIAS PARANORMALES. Padeció covid y pudo conocer la muerte en primera persona.
Cuenta que sufrió un paro cardiorrespiratorio y clínicamente duró ocho minutos muerto. En medio de ese tiempo cuenta que recuerda haber aparecido en un sitio completamente blanco.
“Al frente hay un portal y hay dos entidades blancas y tienen arriba un ojo y el cuerpo tiene como plumas. Yo veo una puerta y me dicen si usted cruza, no hay forma de regresar”, describe Andrés.
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Afirma que la noción del tiempo es muy diferente a la que tenemos acá.
En ese estado uno es capaz de empezar a ver hacia el pasado hacia el presente, hacia el futuro simultáneamente.
La muerte es una parte también de nuestra existencia, pero no es propiamente el final.
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La historia de volver de la muerte
“En el año 2021 tuve una situación bastante complicada por temas de salud. una infección respiratoria que complicó mi estado y con el paso de la semana se fue poniendo peor al punto que terminé en la UCI por no haber como puesto la atención debida a lo que estaba pasando”, relata.
Dice que fue un proceso de deterioro de tres semanas. Comenzó con lo que pensó era un resfriado leve.
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Se empezó a deteriorar cada vez más al punto que fue ingresado a la UCI.
Recuerda haber despertado una madrugada en una habitación y escuchó a dos trabajadoras le estaban poniendo unas mangueras.
“Una de ellas dice que está haciendo mucho frío y yo digo, estoy escuchándola, pero yo la estoy viendo desde arriba, y me fijo en un detalle es que yo cuando empiezo a intentar reconocer dónde estoy, veo todo en 360″, narra.
Estaba simultáneamente en dos lugares al mismo tiempo
Andrés asegura que en ese momento podía ver la parte de atrás de la habitación, la lámpara, la cama de hospital, la puerta, un televisor y a ellas que están ahí. “Todo lo estoy viendo al mismo tiempo, como si estuviera flotando como si estuvieras viendo todo desde arriba”.
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“Yo no tenía que moverme para ningún lado. Todo lo estaba viendo al mismo tiempo. y cuando una de ellas dice está haciendo mucho frío, yo me acerco y le digo con una naturalidad increíble: Mire en la cocina de mi apartamento ahí hay café en tal mueble, y cuando yo estoy diciéndole eso inmediatamente aparezco en el apartamento sin abandonar la habitación de la clínica".
Es decir, estaba “simultáneamente en dos lugares al mismo tiempo”.
Ellas no lo escuchaban, pero Andrés dice que podía saber lo que está pasando.
En ese estado recuerda llegar a un lugar donde dos entidades le dicen que puede avanzar o puede regresar.
“Si cruza no hay vuelta atrás, cruzar la puerta que yo tenía al frente, que yo veo una puerta con un muro y ellos están adelante de esos muros de ese muro”, describe.
“Uno más acá me dice si usted cruza, no hay forma de regresar, pero si quiere regresar, es decisión suya, eso sí le advertimos no va a ser la sensación más chévere, va a haber mucho sufrimiento, pero pues eso es lo que usted decide”.
Dios existe pero no como lo describen las religiones, no discrimina
Dice que en ese momento decidió volver por su hijo de 13 años y por su familia. Sentía que todavía le faltaban cosas por hacer.
Tomó la decisión de regresar pero dice que alcanzó a asomarse y ver al infinito.
“Todo es muy grande. Nosotros somos muy pequeñitos (…) Es toda esa conciencia tan grande que hay, por eso yo hace un momento tocaba el tema que todo está conectado y que el concepto de Dios es mucho, mucho más grande de lo que nosotros sentimos acá. Hay una conciencia gigantesca interconectada todo con todo. No hay castigos", apunta.
Aunque siente que esa conversación con estas entidades duró mucho tiempo, pasaron pasaron ocho minutos de paro cardiorrespiratorio. “Hablábamos, hablábamos, me mostraban cosas. Me asomé, volví”....
“Yo los llamaría ángeles por la forma que tenían. Sí, no tienen alas y no tienen apariencia humana, pero los destellos de luz que lanzaban eran parecidos a plumas".
Cuenta que “la mirada era muy intimidante, inspiraban mucho respeto, pero no era, digámoslo con alguna intención de hacer daño, lo que pasa es que tiene una presencia, una energía muy fuerte y más fuerte era asomarse al portal”.
“La muerte es una experiencia muy personal. El mensaje es importante saber que si te vas a morir que no es una condena tampoco, que aproveches el tiempo y que la muerte no es propiamente el final, no es tan mala". (I)